Suso, rodeado de contrarios. | (c) Sergio G. Canizares

At. Isleño Atlético 0

Real España Espanya 2

Tercera División | Jornada 1 | 26/08/2012 18:00 | Final

«Dudo que venga un equipo peor a jugar aquí». Con estas palabras se dirigió Antonio Asensio, entrenador del Atlético Isleño, a los suyos, tendidos sobre el césped artificial de Can Misses, al término del partido. El técnico fue duro y no era para menos. Los de Vila no habían hecho un buen partido, pagaron caro dos errores inocentes y se estrenaron con derrota ante su público. Encima, ante un rival, el Espanya, que no hizo prácticamente nada para hacerse con los tres puntos. Eso duele.

No es que el Atlético Isleño fuese inferior a su adversario. De hecho, el míster visitante Sergio Tíscar reconoció que «pudieron habernos ganado perfectamente». Los de Vila solamente fueron peores que su rival donde no hay que serlo: en el marcador. Los ibicencos desaprovecharon sus escasas ocasiones en el primer tiempo y eso les acabó pasando factura. Cardona y Paolo tuvieron en su poder la posibilidad de adelantar a los suyos, pero marraron.

Una gran jugada de Suso, habilidoso y eléctrico por la banda derecha –fue el mejor del choque–, no supo definirlo Cardona, quien actuó sorprendentemente de extremo izquierdo para dejar en el doble pivote a Juan Martínez junto a Galera. Fue en el minuto cinco. Al cuarto de hora de juego, su compañero camerunés falló la mejor oportunidad del duelo. Se quedó solo contra el portero tras un regalo de Tomeu Mas y, desde el borde del área pequeña, lanzó un zapatazo directo al larguero. Ver para creer.

Pocos podían pensar que sería el Espanya, cuya mejor ocasión fue un lanzamiento desde el centro del campo de Ochonga que se marchó fuera, el que se acabaría adelantando en el electrónico. Nada más arrancar la segunda mitad, una falta al borde del área la lanzó Del Olmo al larguero, la pelota rebotó en el portero Ángel y acabó en la testa de Francisco, quien, libre de marca, cabeceó el esférico a la red. Los mallorquines se crecieron y el propio Del Olmo estuvo cerca de ampliar la renta.

Franco entró entonces por un desaparecido Puet y Vega hizo lo propio por Juan Martínez, pasando Cardona al pivote y Grimaldo, al extremo. Aunque la imagen mejoró, lo cierto es las ocasiones de gol brillaron por su ausencia. Es más, incluso la desventaja creció en el descuento, cuando Ángel no atrapó bien el balón en un centro desde el costado derecho y Ochonga, libre de marca, empujó el balón a la red para sentenciar la contienda. Menudo comienzo. Peor es difícil.