Carvajal pasa el balón en un instante del encuentro contra el Manacor. | (c) Sergio G. Canizares

Los jugadores del San Rafael siguen respondiendo donde tienen que hacerlo: en el césped, al estilo Cristiano Ronaldo con su célebre ‘eu falo aqui’ mientras señala el campo. Los ‘rafelers’ encadenaron su segunda victoria consecutiva tras superar al Manacor por un claro 3-1, una renta incluso escasa para lo visto en el terreno de juego.

Tras una semana movida, en la que los futbolistas conocieron de voz de su presidente, Bernat Bonet, que las nóminas de 2014 no las cobrarán hasta que acabe el curso, siempre y cuando consigan la permanencia, los ‘blue’ tenían ante sí la difícil misión de apartar de su mente la crisis económica, la misma que les hace también acumular casi tres mensualidades sin cobrar. Pues lo hicieron. Salieron al campo como siempre, dispuestos a sumar los tres puntos y a dar la cara por la elástica azulona. El resultado no pudo ser más positivo, pues cuajaron, posiblemente, su mejor encuentro de toda la temporada y ya son cuatro los puntos que les separan de la zona de descenso, siempre y cuando sean tres los que desciendan.

De Pablos llevó la batuta de los suyos. Su calidad individual se dejó notar en la posición de media punta, exhibiendo un gran regate y una buena visión de juego. Eso sí, no fue el único destacado. Ayer brilló el bloque por encima de todo, pero dentro del análisis individual también dejaron huella Guti, que lo cortó todo; Adri Sánchez, que emuló a Messi al dar tres asistencias de gol; e Iván Morales, encargado de abrir la lata y un muro infranqueable en la medular.

La ofensiva visitante en el primer minuto de juego, con un remate fuera de Marí, no fue más que un espejismo. No en vano, los manacoríes no chutaron entre los tres palos en todo el primer tiempo. La respuesta no tardó en llegar. Carvajal, a los dos minutos de juego, no acertó a enganchar el balón en el área cuando lo más fácil era marcar. Se desquitó al iniciar la acción del primer gol, en el minuto 21, con un centro para que Adri Sánchez dejara el balón de cara a Iván Morales, que fusiló la portería con un potente disparo. Jugada de libro.