Un par de pilotos, durante una competición en el circuito de motocross de sa Coma. | ARGUI

Matías Rodríguez presentó su dimisión como delegado insular de motocross por una nueva movida en torno al circuito de sa Coma. El aún directivo, que dejará la delegación oficialmente el lunes, no salió nada satisfecho de una reunión producida en el Consell d’Eivissa y en la que estaban presentes, por ejemplo, Mariano Juan (vicepresidente del Consell) y Rafa Triguero (conseller d’Esports), entre otros. Harto de tantas historias, Rodríguez ha decidido tomar la tangente.

«En una reunión en el Consell me han comunicado ciertas medidas que van a adoptar en el circuito de motocross de sa Coma. Esta reunión y estas medidas me han llevado a tomar la decisión de dimitir como delegado y retirarme de la gestión que, hasta ahora, he hecho como representante de los pilotos frente a las instituciones», dijo Matt, como se le conoce en el mundillo.

«La reunión era por el tema del riesgo de incendio. Nosotros hemos cumplido con todo lo que nos pidieron y damos las gracias a Ibanat por la limpieza que hizo. Lo que pasa es que el Consell nos dice que aquello sigue siendo monte y que no se puede entrenar en verano. Me he cabreado. ¿Qué tontería es ésta? ¿Nos gastamos el dinero en arreglarlo todo tal y como nos piden para que ahora no podamos entrenar? Se escudan en la ley y ponen una puerta con un código para que acceda cierto personal. Dicen que me darían el código y así sé yo quién entra y quién no. Yo no quiero tener esa responsabilidad. Así pues, por unas cosas y otras, he decidido que no quiero seguir gestionando el tema de sa Coma ni ser el representante del motor. Dejo todo esto en manos de la Federación Balear», explicó Rodríguez.