El piloto mallorquín Jorge Lorenzo (Movistar Yamaha) rueda sobre el asfalto de Sepang. | FAZRY ISMAIL - STF - EFE - EPA

El Gran Premi de la Comunitat Valenciana, el cierre de la temporada 2016, pondrá punto y final al ciclo de Jorge Lorenzo en la estructura oficial de Yamaha en MotoGP.

Nueve temporadas, desde su debut en 2008, en las que ha logrado tres títulos (2010, 2012 y 2014), otros tres subcampeonatos (2009, 2011 y 2013) y un tercer puesto (2014), que pueden ser dos y Jorge defiende los 17 puntos que le separan en la general de Maverick Viñales -precisamente su relevo en el box de la marca de los diapasones y futuro compañero de Valentino Rossi-. Por el camino, además, 43 victorias, 106 podios (42 segundos y 21 terceros puestos), 38 ‘poles’ y 27 vueltas rápidas como legado del balear, el 13 de noviembre de 2016 finiquitará casi una década de relación con Yamaha, la marca que le dio la alternativa en la máxima categoría.


Sin apenas tiempo de hacer balance de la temporada 2016 (por ahora, tres victorias y nueve podios), le tocará a Jorge Lorenzo cambiar de chip y aclimatarse al que será su nuevo hábitat, al menos, las dos próximas temporadas.

Tras aceptar una suculenta oferta deportiva y económica de Ducati, el isleño probará en Cheste, el martes 15 y el miércoles 16, la GP17, con la que intentará recuperar el cetro de MotoGP para la marca italiana, y seguir así los pasos de Casey Stoner en 2007.