Ruth Beitia anuncia su retirada del atletismo. | Reuters

La saltadora de altura cántabra Ruth Beitia, actual campeona olímpica, anunció ayer su retirada de las pistas de atletismo a los 38 años y tras seis meses «complicados» de lesiones. Beitia, que comunicó su decisión tras entregar la medalla de oro de los Juegos de Río 2016 al Museo del Deporte de Santander –un metal que fue «un sueño hecho realidad»–, aseguró que seguirá vinculada al mundo del atletismo desde la Federación Española y el Comité Olímpico, pero no como entrenadora.

La atleta deja el atletismo con 38 años y afectada por una tendinosis del supraespinoso pero «feliz» por lo que le ha dado el deporte que, a su juicio, ha sido «generoso» con ella y le ha otorgado la oportunidad de recoger en los últimos años «los frutos sembrados durante tantos años de entrenamiento».

«Han sido muchos años de trayectoria deportiva y hemos puesto el cuerpo al cien por cien en muchas situaciones y al límite en otras. Todos esos valores y todo lo que nos ha enseñado y ocurrido con Ramón (Torralbo, su entrenador) me toca llevarlos a otro aspecto de la vida», confesó.

Beitia anunció su decisión intentando aguantar el llanto, que no ha podido contener su entrenador Ramón Torralbo. Éste reconoció sentir mucho el adiós de su pupila. «Se despide la mejor atleta que ha habido en España», dijo.

La atleta cántabra pone fin a una dilatada trayectoria en la que, además de un oro olímpico, destacan sus cuatro títulos de campeona de Europa (tres al aire libre y uno en pista cubierta), sumando 16 medallas en competiciones entre olimpiadas, mundiales, europeos y Juegos del Mediterráneo. Con dos Diamond League en su haber, la Medalla de Oro al Mérito Deportivo de 2015, año en el que recibió el Premio Nacional del Deporte y fue declarada mejor deportista del año, Beitia deja las pistas para, por el momento, continuar con su faceta política como diputada del grupo popular en el Parlamento de Cantabria.