El Cala Millor, con los alumnos abordo, partiendo del puerto de la Savina. | Guillermo Romaní

El paeilebot Cala Millor fue la herramienta básica para que los alumnos del IES Marc Ferrer participaran ayer en el programa cultural y medioambiental 'Joves per la Mar' que organiza desde hace años el Club Náutico de Eivissa y que cuenta con la colaboración de los dos consells insulares y los seis ayuntamientos de las Pitiüses.

Pere Vilás, miembro de la directiva del Club Náutico, explicó que el programa tiene por objeto poner a los estudiantes en contacto con el mundo marino y costero de las islas, a fin de que vayan tomando conciencia del valor cultural y medioambiental que este ámbito representa. Durante un día, desde las diez de la mañana hasta las cuatro o cinco de la tarde, los alumnos reciben información sobre los distintos lugares por los que pasa el velero y se diferencia lo que es el medio ambiente y la ecología, frente al sistema dunar de Illetes y zonas en las que se encuentran las praderas de posidonia oceánica. También se trata la historia y el patrimonio cultural y etnológico a través de las torres de defensa y los faros, además aporta a los jóvenes nociones relativas al mundo de la vela y la manera de trabajar en equipo dentro de un velero de estas dimensiones.

Anualmente son unos 700 alumnos de los diversos institutos de las Pitiüses los que disfrutan de esta experiencia y según Vilás, desde que este programa se inició ya son más de 5.000 los alumnos que han pasado bien por el Thopaga, ahora hundido en la costa bretona francesa, bien por el Cala Millor. La novedad, en el caso de Formentera, es que si anualmente se hacía una única salida, para este año están previstas dos con la posibilidad de ampliarlo a una tercera experiencia.

El Cala Millor es un pailebot construido en Palma en 1946, con más de cuarenta metros de eslora, ocho de manga, y que con su actual aparejo de bergantín goleta cuenta con una superficie vélica de 650 metros cuadrados.

Toni Tur, de la empresa Circunnavegaciones propietaria del Cala Millor, resaltó la importancia de la embarcación, de las pocas que quedan en su género en las Balears y en España, y que en su momento fueron los motoveleros que comunicaban las islas entre sí y con la península transportando todo tipo de mercancías que eran el comercio básico hace más de un siglo y medio.

La vicepresidenta del Consell de Formentera, Sònia Cardona, agradeció al Club Nautico de Eivissa y a Circunnavegaciones por el trabajo que hacen de ejemplos como el Cala Millor y antaño el Thopaga que son auténticas joyas de su época.