Hoy os traigo una GRAN aventura de un PEQUEÑO pingüino. Orville vivía en el zoo con sus GRANDES amigos. Deseaba con todas sus fuerzas correr grandes aventuras. Aunque era un animal muy pequeñito quería cumplir un GRAN sueño, ¡Un sueño extraordinario! Tod@s tenemos sueños, grandes o pequeños, ¿Cual será el de Orville? Pues un buen día, ideó un plan para vivir la MAYOR de las aventuras. Reunió a todos los animales y ¡Tachan! Utilizando el GRAN cuerpo de su amigo Elefante como pizarra, demostró a sus amig@s las opciones que tenía. ¿Quereis saber cual era su GRAN sueño verdad? Ahhhh!!! Un poco de paciencia niñas y niños.
Su primera opción: ¡Aprender a volar!- Esto os puede dar una buena pista chic@s.
Segunda opción: ¡Utilizar una escalera!- ¿Os podéis imaginar algo?
Tercera opción: ¡Usar una catapulta como en la Edad Media! - Orville tiene un sueño de altura ¿no?
Cuarta y última: ¡Pensar en una cuarta opción!
¿Vosostr@s quereis ayudar al PEQUEÑO Orville? Niñas y niños tenéis que pensar en una opción para subir muy muy alto.
¿Hasta ALLÍ arriba....? -preguntaba la Señora jirafa.
¿Crees que será una buena idea?- pensaba el Señor cocodrilo.
Pero Orville.... eres TAN pequeño...- exclamaba el Señor león.
Y por fin, el pequeño cachorro león reveló el GRAN sueño - ¡ ....Y la LUNA está TAN LEJOS!
Si, niñas y niños, el PEQUEÑO pingüino quería ir a la LUNA ¿Os lo podéis creer? ¿ TAN lejos y TAN pequeño? Este cuento os invita a tener grandes sueños, no importa lo pequeños que seamos.
Orville estaba emocionadisimo ¡Lo voy a conseguir!- gritó el pequeño pingüino. Así que, probó todas las opciones:
Primero intentó volar....¡Pumba! - aterrizó en el suelo.
Segundo intentó escalar...¡Patapún!- otra vez sobre la arena.
Tercero intentó catapultarse...¡Cata-Pumba!- y cayó en la jaula de los reptiles. Orville sospechaba que la boa constrictor no lo estaba abrazando, así que, salió huyendo de allí.
Orville siguió intentándolo. Tomó prestado algo de material del vigilante del zoo. Revolvió entre la basura. Y construyó y construyó.
Y, con un meneo, dos meneos, tres meneos, cuatro meneos a una botella de sifón medio llena, la nave estaba lista para el despegue. Era PERFECTA. Y del tamaño ideal para un PEQUEÑO pingüino.
Un poco nervioso, saludó con su aleta, despidiéndose mientras se dirigía hacia el cuadro de mandos de la nave.
3, 2, 1 ..... ¡Lo voy a conseguir!- vociferó el GRAN pingüino.
¿Vosotr@s pensáis que Orville llegó a la LUNA? ¿ Despegaría la nave espacial que había construido? ¿Se convertirá en el primer pingüinauta de la historia mundial?
Tod@s tenemos grandes sueños, tan grandes que parecen imposibles de alcanzar, pero con el apoyo de la familia y l@s amig@s, nada es imposible. Pero sobre todo, creer en ti, perseverar para conseguir tu sueño, porque nada GRANDE es fácil. Tenéis que disfrutar de cada paso, de cada GRAN aventura.
