Es tiempo de invertir.

Las personas solemos dar consejos, a veces sin tener conocimiento del tema por el cual estamos aconsejando. Pienso yo que al ser gratis hablamos y muchas veces sin contenido. Con el paso del tiempo aprendí que aconsejar es algo que se hace en silencio o con pocas palabras, me gusta preguntarme qué es realmente aconsejar, nunca sabemos las sensaciones y experiencias que tiene la persona que pide un consejo, a veces no lo quiere y busca que le digan lo que quiere escuchar. Bienvenida nuevamente la hipocresía, actriz principal de este mundo.

Hoy quiero hablar sobre un tema en particular. Hay mucha gente que aconseja invertir, algunos con el objetivo de lograr una venta y un premio monetario, basándose en supuestas estadísticas que nunca son comprobadas pero que seducen a los oídos que escuchan, oídos atentos debido a la necesidad de ingresar dinero a las cuentas ficticias o las necesidades superficiales. Algunos oídos escuchan atentamente y por suerte otros no. Para mí siempre es buen momento para invertir y con las siguientes letras voy a fundamentar mi pensamiento. Cuando hablo de invertir no hablo de depositar una cantidad enorme de dinero en una cuenta con muchos números y letras que pertenecen generalmente a lugares con nombre inglés.

Cuenta la cual luego nos olvidamos y siempre tenemos que andar buscando, buscamos pero no entendemos que nunca nos pertenece aunque pensemos que sí. Nos olvidamos de lo que es realmente importante y lo que sí tendríamos que tener cuenta, nos tendrían que llamar con la misma rigurosidad para que invirtamos pero que invirtamos en tiempo. Cuando hablo de tiempo no me refiero a descargar aplicaciones para ver el clima en los días siguientes, hablo de invertir en tiempo para nosotros, para hacer lo que realmente nos gusta, para estar con las personas que queremos estar y no por conveniencia. ¿Qué es lo que realmente nos conviene? Creo que en la vida cuando llega el momento que logramos diferenciar e invertir el tiempo para lo que nos hace bien, el tiempo se empieza a valorar.

El tiempo pasa y no se recupera, puede estar cargado de momentos o simplemente pasar. Es finito y si bien con historias podemos traer el pasado al presente, todo pasa demasiado rápido, parece que estamos corriendo una carrera en la cual nunca está claro cuál es la meta. A medida que pasa parece que lo valoramos aún más, creo esa es la cuestión y siempre lo tendríamos que valorar. Los segundos siempre fueron sesenta y le dieron paso a los minutos, los años siempre fueron compuestos por trescientos sesenta y cinco días, el tiempo siempre fue el mismo. El tema es su valor y por suerte no es monetario. Invertir tiempo es la mejor inversión que podemos hacer.

Tiempo con familiares, amigos, parejas, perros, gatos, tortugas, libros, versos y paisajes. Invertir en disfrute, escuchar el cuerpo y ver cómo reacciona ante las cosas que nos hacen bien a la mente y al corazón. Siempre hay lugar en el baúl de los momentos, su capacidad es ilimitada y hay lugar para recuerdos nuevos. Recorrer el mapa para conocer su gente y sus rincones. Compartir momentos con desconocidos que se vuelven conocidos en cuestión de minutos y charlas compartidas. Es buen momento para que dejemos de obedecer tanto a este sistema que lo único que hace es aislarnos cada vez más, en esta era que abundan los medios de comunicación estamos cada vez más solos, menos conectados con las personas y sus miradas y si con redes virtuales que generan sentimientos artificiales y ficticios.

Llenarnos de vivencias y no de historias de instagram sino con historias reales y para eso necesitamos tiempo. Aprender cada día de las experiencias. Siempre es buen tiempo para invertir tiempo, dejemos las cuentas largas. Volvamos a los sentimientos colectivos, valorar sentirnos bien siendo parte de un grupo y tener roles. Sentirnos importantes para otras personas. No mirar nuestros ombligos sino muchos ombligos más, mejor dicho mirar otros ojos, otras miradas, entender sin decir palabra alguna. Hay que invertir y la inversión es en tiempo, tiempo en nosotros y en otras personas. Es tiempo de escuchar, compartir y también de ser escuchados.

No nos privemos del tiempo y de la libertad, libertad de decidir, elegir. Invertir en lo que nos hace realmente bien. No nos olvidemos que mientras yo escribo este texto y ustedes leen el tiempo sigue pasando. Parece siempre esperamos que las cosas sucedan en vez de buscar ese encuentro, esperamos encontrar un trabajo para luego encontrar la casa adecuada. Mientras la vida pasa, pasa y se va. Es momento de no esperar más, salir convencidas, salir convencidos e invertir en tiempo, la mejor cuenta que podemos hacer y la mejor parte es que no generamos vínculos privados, no tenemos plazos y fechas de caducidad. La mejor parte es que generamos vínculos humanos, recuerdos nuevos y nuestro corazón se agranda cada vez más.