Francina Armengol y Martí March, durante la presentación del Decreto de lenguas extranjeras. | Joan Torres

Los centros educativos de Balears decidirán cómo se imparte la enseñanza de materias no lingüísticas en lenguas extranjeras, de acuerdo con el claustro de profesores y los órganos de gobierno y participación de la comunidad educativa.

La presidenta de Baleares, Francina Armengol, y el conseller de Educación y Universidad, Martí March, han presentado este jueves el decreto de Lenguas Extranjeras de Baleares, que establece que la enseñanza de materias no lingüísticas en lenguas extranjeras será de carácter voluntario, mientras que los centros deberán cumplir con el decreto de mínimos.

Este decreto será de aplicación en los centros de educación infantil, primaria, secundaria obligatoria, formación profesional, bachillerato y régimen especial sostenidos con fondos públicos.

El proyecto lingüístico del centro (PLC) debe incluir la organización de las lenguas de enseñanza del centro, lo que supone, además del catalán y castellano, la incorporación de la enseñanza de una lengua extranjera.

La presidenta Armengol ha asegurado que este decreto se ha redactado desde el «respeto y el consenso» con la comunidad educativa, atendiendo la «diversidad», al tiempo que se ha referido a la necesidad de «no volver a equivocarse» en la política lingüística tras recordar la manifestación de cien personas contra la gestión del anterior ejecutivo balear del PP.

El objetivo de este decreto es dar seguridad jurídica a los centros educativos de Baleares y garantizar la mejor preparación lingüística de los estudiantes, ha señalado el conseller.

Implementación

El Consell Escolar de las Islas Baleares deberá pronunciarse sobre este decreto y, posteriormente, el Consell de Govern lo aprobará con carácter definitivo.

El decreto establece que la enseñanza en una lengua extranjera se podrá hacer total o parcialmente en un área infantil, en un asignatura de primaria y secundaria y en un módulo de FP sin disponer de autorización. Los centros podrán solicitar a la conselleria la ampliación de una segunda área, asignatura o módulo, si bien lo deberán justificar en un informe pedagógico.

La introducción de la enseñanza en lenguas extranjeras se deberá implementar de manera progresiva atendiendo a criterios pedagógicos.

El decreto establece que los docentes que impartan materias no lingüísticas en lengua extranjera deberán tener el nivel B2 o superior para infantil y primaria, y el nivel C1 o superior en el caso de secundaria y formación profesional.

Los niveles deberán corresponder con los que establece el Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas (MECR). El profesorado de secundaria con titulación B2 dispondrá de cinco años para acreditar el C1 o superior.

Además, el profesorado que imparta materias no lingüísticas en lengua extranjera deberá estar formado en materias metodológicas de aprendizaje en lenguas extranjeras y no bastará con la titulación en idiomas; por ello, la conselleria desarrollará programas de formación.

Se deberá de nombrar un docente coordinador para facilitar el trabajo conjunto entre el profesorado de áreas no lingüísticas impartidas en lengua extranjera y el de la asignatura de lengua extranjera.

La conselleria facilitará la obtención de los certificados oficiales de lenguas extranjeras con referencia a los niveles establecidos por el MERC para el alumnado de secundaria.

Para ello, se impulsarán las escuelas oficiales de idiomas (EOIES) en los centros educativos. Este año estos programas se imparten en 68 centros y participan 3.376 alumnos.

Finalmente, la conselleria consolidará el recurso pedagógico de los auxiliares de conversación e impulsará la participación de los centros en programas internacionales.

La presidenta ha subrayado que la educación es para el actual ejecutivo una «prioridad política», ha recordado la «situación de crispación» heredada y ha destacado la normalidad en el inicio del actual curso escolar.