El exconseller José Vicente Marí Bosó tiene el apoyo del PP balear para estar en el Gobierno.

Mariano Rajoy aseguró ayer que su Gobierno será «estable, capaz, basado en acuerdos, fiable, previsible y duradero» y ahora ya solo falta poner caras a todos esos adjetivos. El Partido Popular balear quiere que una de las caras sea de alguien de las Islas, pero no precisamente la de José Ramón Bauzá, de quien sus compañeros dicen cosas que resultan irreproducibles de manera educada.

Descartan que Bauzá vaya a ser ministro y la referencia de Rajoy a la previsibilidad de su Gobierno hace pensar que efectivamente no lo será, aunque todo es tan raro que no hay que descartar nada de nada. En cualquier caso, las consecuencias de semejante decisión serían catastróficas para un partido que empieza a rehacerse tras un año convulso. El ministro Bauzá sería el contrapoder de quien acabe siendo presidente de la formación y eso es algo por lo que los dirigentes de Balears no están dispuestos a pasar.

Descartada la opción de Bauzá, en Balears ya solo aspiran a que el Ministerio caiga de rebote en manos de alguien de la máxima confianza de Rajoy, –ya sea Maria Salom, ya sea incluso Rosa Estaràs, quién sabe–, o se conforman con una Secretaría de Estado. Aquí sí que hay unanimidad entre los consultados. Si alguien está en estos momentos en condiciones de conseguirlo es el ibicenco José Vicente Marí Bosó, actual diputado en el Congreso, exconseller d’Hisenda del que hablan bien hasta sus supuestos enemigos políticos y presidente del PP de Eivissa, que no es poca cosa, teniendo en cuenta las guerras fratricidas que se traen históricamente los ‘populares’ ibicencos.

Nadie da nada por hecho porque el mutismo de Rajoy al respecto es total, pero si en Madrid piden opinión, es un nombre seguro en la quiniela.

El ungido

Otra cosa diferente es que Rajoy se vea poco tiempo en la Presidencia del Gobierno y quiera aprovechar esta circunstancia para señalar al ungido en Balears, a quien se hará con los destinos del partido en el próximo congreso. En ese caso, el escenario que se abre será muy diferente y quien aparece en las quinielas es el propio Gabriel Company.

La duda se resolverá en breve porque el futuro presidente tiene prisa. Y una vez formado el Gobierno, tocará elegir delegado en las Islas. Siempre se ha dicho que este puesto estaba reservado para Pere Rotger, que accedió a sacrificar sus aspiraciones en el Senado a cambio del despacho de la calle Constitución.