El Govern ha sacado a licitación los nuevos contratos para el servicio de tratamiento de aguas residuales en Baleares, que prevén una inversión de 83,8 millones de euros en seis años, con un gasto anual de 14 millones, el doble de lo previsto en los actuales.

Según destaca en un comunicado la Agencia Balear de Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua), la contratación actual prevé el mantenimiento estricto de las instalaciones: personal, consumo energético, reactivos y reparaciones y sustituciones de equipamiento por avería y un ahorro energético de hasta el 10 %.

En ningún caso se prevé la reposición de equipos ni el mantenimiento preventivo. «Si no se rompe una pieza no se sustituye, aunque se sepa que se romperá», ha señalado el director gerente de Abaqua, Antoni Garcias, que ha presentado la licitación junto a la directora general de Recursos Hídricos, del Govern, Joana Garau.

El contrato vigente prevé una inversión de 31 millones de euros en cuatro años, lo que implica una inversión anual en mantenimiento y gestión de depuradoras de 7,75 millones de euros anuales.

El nuevo contrato de gestión del servicio prevé una inversión de 83,8 millones de euros en seis años, es decir, alrededor del doble de la anterior licitación (14 millones de euros anuales). Estas son las nuevas condiciones que tendrán que asumir las empresas licitadoras, que pueden presentar ofertas hasta el 22 de junio, con la previsión de que el nuevo servicio pueda empezar en noviembre.

Las novedades más relevantes están relacionadas con la reposición de equipos, la inclusión de cláusulas sociales, la eficiencia energética y el control de procesos.

Con relación al contrato vigente, se prevé una reposición de equipamientos de hasta 18,4 millones de euros, y en la planificación se valorará la renovación al inicio del servicio.

También se prevé el mantenimiento preventivo, que, junto con la reposición, «permitirá una mejor eficiencia de las instalaciones, y, por lo tanto, una mejora en la calidad de los efluentes y del medio ambiente en general», ha subrayado Garau.

Se valorará la inclusión de mejoras en las retribuciones económicas para los trabajadores, en línea con el fomento de la inclusión de cláusulas sociales en la contratación del Govern, y de un estudio de eficiencia energética.

De hecho, se fomenta el ahorro con medidas económicas compensatorias y punitivas, en caso de despilfarro, con lo que se estima que se pueden alcanzar ahorros de hasta el 10 % del consumo total de energía eléctrica.

Se prevé que el gestor se encargue de los planes de vigilancia previstas en las autorizaciones de vertidos de tierra a mar.

De esta manera, según Garau, se asegura el control del funcionamiento de las depuradoras y se maximiza la eficiencia del proceso.

El contrato prevé un régimen sancionador por incumplimiento de muy detallado; por ejemplo, como el de los parámetros de depuración según la legislación vigente, que puede implicar la deducción del 2,5 % de la facturación anual o del 4 % de la facturación mensual.

Con este contrato «empieza una nueva forma de gestionar el sistema de depuración actual; pasaremos de un contrato de mantenimiento a un contrato de servicio de tratamiento de aguas residuales y conservación de las instalaciones que permitirá mejoras en la calidad del efluente y un ahorro energético, que redundarán en mejoras ambientales a corto, medio y largo plazo», ha concluido Garau.

Abaqua gestiona 79 depuradoras, 187 estaciones de bombeo de aguas residuales, 420 kilómetros de colectores y 110 km de emisarios marítimos y terrestres, que permiten el tratamiento de unos 46 hectómetros cúbicos de aguas residuales.