Margalida Prohens, portavoz del PP, presentó en el registro del Parlament una proposición no de ley reprobatoria –que incluye también la constatación de que en este asunto se ha incumplido el Código Ético del Govern– mientras que el pleno debatía una moción sobre este mismo asunto por el que se instaba a la Sindicatura de Cuentas a revisar las adjudicaciones de todas las instituciones a las empresas de Garau.
El PP no logró ayer el apoyo de Podemos en este primer intento y el diputado David Martínez, que fue el que intervino, censuró al Partido Popular que diera «lecciones» cuando «aún no ha pedido perdón por los casos de corrupción que le han afectan». Lo que sí aprobó la Cámara fue una iniciativa por la que mejorar «los mecanismos internos de control» que asumieron los partidos que dan apoyo al Govern.
La reprobación va más allá y se basa en el análisis que el PP hace del informe de Intervención y las conclusiones de la Comisión Ética del propio Ejecutivo. La tesis ‘popular’ es que existió una «trama» para beneficiar a Garau y que sus empresas «fueron las grandes beneficiadas de una presunta red de corrupción que podrían derivar, incluso, en una posible financiación irregular de Més per Mallorca».
Laura Camargo, la portavoz de Podemos, dijo antes de conocer el texto completo de la propuesta que presentó el PP (y para cuya aprobación reclamó Prohens su apoyo) que «lo estudiaremos». El grupo morado pidió en su momento la dimisión de Barceló después de la crisis que forzó la renuncia de la consellera de Transparència, Ruth Mateu, y abrió una crisis de gobierno.
Biel Barceló acusó ayer al PP de querer alargar artificialmente esta polémica.
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