La saturación de vehículos y sus emisiones llevan a decidir restricciones. | Alejandro Sepúlveda

El pasado 28 de agosto, el Govern aprobó el proyecto de Llei de Canvi Climàtic i Transició Energètica, impulsado por el director general Joan Groizard. Las medidas previstas referidas a la movilidad sostenible incluyen la prohibición de la circulación de vehículos diésel en 2025 (excepto los ya existentes), la prohibición de la circulación de vehículos de gasolina en 2035 y la obligación de que las empresas de vehículos de alquiler incorporen unidades eléctricas a partir de 2020 (2 %) hasta completar sus flotas (100 %) en 2035.

Estos objetivos han sorprendido a algunos sectores, que los han considerado demasiado ambiciosos o precipitados. Sin embargo, una observación de las medidas previstas en otras regiones europeas y por los fabricantes constata que la ley balear está en sintonía con los nuevos tiempos en la lucha contra el cambio climático. Veamos algunos ejemplos.

En Noruega, casi una cuarta parte de los coches del país ya son eléctricos. Hacia 2025, todo el parque móvil tendrá que ser eléctrico a pesar de que una gran parte del PIB noruego se basa en la producción petrolera

En Holanda, Mark Rutte salió elegido como presidente en marzo de 2017. Lejos de tener un coche oficial, se mueve por el país en bicicleta. Una de sus medidas ha sido el anuncio de que en 2030 todos los coches vendidos deberán ser eléctricos. Otra de las apuestas es la inversión de 100 millones de euros en infraestructuras para bicicletas.

Eslovenia prohibirá la venta de automóviles nuevos que funcionen con gasolina o diésel a partir de 2030. En esa fecha, sólo se aceptará la circulación de vehículos con emisiones de dióxido de carbono inferiores a 50 gramos por kilómetro, pero ya a partir de 2025 deberán emitir menos de 100 gramos.

Irlanda destinará 200 millones de euros a la provisión de infraestructuras y puntos de carga para vehículos eléctricos. El Gobierno prevé que en 2030 la cuarta parte de los vehículos sean eléctricos. Después de esa fecha, ya no se venderían vehículos con emisiones contaminantes. En 2045 no debería circular ningún vehículo con emisiones superiores a cero.

En Alemania, tras la puesta en marcha del nuevo plan de ayudas a la compra de vehículos eléctricos, el Bundesrat ha planteado la prohibición de los coches de combustión en 2030. A partir de ese momento, todos los coches nuevos que se vendan deberían ser de cero emisiones.

En el Reino Unido, el Gobierno prevé un plan para que todos los automóviles sean de cero emisiones en el año 2050. La eliminación se iniciaría en 2040. Sin embargo, el Gobierno de Escocia quiere adelantarse y ha anunciado planes para expandir «masivamente» los puntos de recarga de los vehículos eléctricos, eliminar los nuevos vehículos de gasolina y diésel a partir de 2032 y la creación de zonas de bajas emisiones en las cuatro ciudades más grandes del país para 2020. También en el Reino Unido, la ciudad universitaria de Oxford pretende crear en el centro una zona libre de emisiones contaminantes en 2020 y prohibir la circulación de coches diésel o de gasolina en 2035. Oxford, con 150.000 habitantes, aspira a convertirse en la primera ciudad de cero emisiones del mundo.

París quiere prohibir la circulación de los coches diésel en 2024 y los de gasolina en 2030. La meta fijada se adelanta a los planes del Gobierno francés, que aspira a que en 2040 ya no haya vehículos diésel y de gasolina.

Roma prohibirá la circulación de automóviles diésel en el centro a partir de 2024.

Bruselas, la capital de Bélgica, ya prohibió a partir del 1 de enero de este año la circulación de los vehículos diésel más contaminantes y antiguos, a partir de 20 años. La prohibición se extenderá de manera progresiva al resto de vehículos diésel hasta el 2025, fecha a partir de la cual sólo se autorizará la circulación de los más modernos y menos contaminantes. La misma medida progresiva se aplicará en los automóviles de gasolina a partir de 2019.

En cuanto a algunos de los fabricantes, éstas son algunas de sus medidas y estrategias.

Smart se convertirá en una marca de coches exclusivamente eléctricos en 2020. La filial de Daimler AG (Mercedes, Mitsubishi y Smart, entre otras marcas) espera convertirse en el primer fabricante que realice la transición completa a la movilidad eléctrica. Sin movernos de Daimler AG, Mercedes-Benz ofrecerá versiones eléctricas e híbridas de todos sus modelos para 2022. Por su parte, el Grupo PSA (Peugeot, Citroën, DS y Opel) ha anunciado la completa electrificación de sus coches para el año 2025. El modelo Opel Corsa dejará su versión diésel en este mismo 2018. La marca japonesa Toyota ha anunciado que suprimirá los motores diésel desde este mismo año. La italiana Fiat también pone fecha de caducidad a los diésel, el año 2022, para sí misma y sus marcas satélite Alfa Romeo, Maserati y Jeep. En el Grupo Volkswagen ya se ha anunciado que el modelo Skoda Fabia dejará de tener versiones diésel. Dentro del mismo grupo, Seat lanzará su primer modelo eléctrico en 2020, además de una versión híbrida del Seat León. Jaguar-Land Rover sólo venderán híbridos y eléctricos a partir de 2020. Ford incrementará en más del doble su inversión en vehículos eléctricos, desembolsando 9.000 millones de euros para producir 40 nuevos modelos eléctricos en 2022. Por su parte, la alemana BMW ha anunciado 12 modelos eléctricos. Finalmente, la coreana Hyundai y su filial Kia planean llevar al mercado 38 nuevos modelos electrificados en los próximos ocho años.