Las interferencias entre pescadores y delfines no son nuevas en las Baleares, pero se han incrementado con la recuperación de la especie y el descenso del número de pescadores profesionales en activo. No solo sufren daños en las redes sino que los delfines les ‘roban’ lo pescado. | Archivo

De acuerdo con la directiva hábitat 92/43/CEE, la Ley de Patrimoni Natural del Estado y el Real Decreto extensivo, el delfín mular es una especie protegida y necesariamente tiene que convivir con los pescadores de artes menores y de cerco, pero la convivencia, con una población en alza del delfín mular y un retroceso del censo de pescadores artesanales en las Illes, se hace cada vez más complicada, especialmente en los meses de invierno.

Los pescadores de Balears y muy especialmente los del norte de la Isla, denuncian un incremento del número de interferencias de delfines con la pesca artesanal que hace mella en la economía de numerosas familias.

Estudio

Un reciente estudio de Blanca Feliu Tena, de la Escuela Politécnica de Gandía (Universidad Politécnica de Valencia), concluye que las indemnizaciones y compensaciones que deberían cobrar los pescadores por incidencia, es de 400 euros por embarcación y año, pero el Govern balear no se plantea a día de hoy la posibilidad de indemnizar.

«A principios de 2017 remitimos un expediente informativo a al Direcció General de Pesca i Medi Marí, haciendo constar las interferencias que se habían dado entre los delfines y la pesca artesanal durante el año 2016 en Baleares. Este expediente incorporaba 190 registros de incidencias y una solicitud formal de ayuda con fondos FEMP o de fondos de la Comunitat Autònoma para armonizar las pérdidas, pero en 2017 el sector se negó a registrar las incidencias ante la falta de cooperación de la administración», explica el presidente de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores», Toni Garau.

Garau dice que las incidencias han ido en aumento y que durante el año 2018, a pesar de que muchos pescadores se han seguido negando a registrarlas por la «falta de colaboración» de la administración, se han registrado formalmente 35.

«Nuestra posición es que ante una especie protegida y las interacciones con la flota artesanal tiene que haber una actuación de la administración para compensar las pérdidas que generan las acciones de los delfines en las artes de pesca teniendo en cuenta que el delfín mular es una especie protegida», dice el presidente de los pescadores. Recuerda que además «se han dado bastantes casos en que los propios pescadores han tenido que liberar delfines enganchados en sus artes y en otros casos hacerlo en colaboración con Palma Aquarium».

Los pescadores reprochan al Govern que la única acción que ha realizado hasta ahora es la edición de una guía de buenas prácticas «que tiene como objetivo que los pescadores artesanales cambien las zonas y los horarios de pesca para evitar las interacciones, sin plantear en ningún momento establecer un régimen de ayudas que se determinen a partir de baremos preestablecidos».

El Govern reconoce que se trata de un «problema histórico» y habla de la «necesidad de convivir» con él, pero no se plantea a día de hoy conceder indemnizaciones.