Imagen de un establecimiento de Palma cerrado que anuncia su alquiler. | Teresa Ayuga

Tras el confinamiento y a las puertas del verano, Baleares ya había perdido el 13 % de su tejido empresarial. Son datos del segundo trimestre del año en comparación con el mismo período del 2019 que recoge el informe de coyuntura económica de la CAEB presentado la semana pasada. Esta cifra representa solo la antesala de lo que puede acontecer en los próximos meses, cuando se prevé una actividad económica en mínimos en las Islas.

Sin ingresos, las empresas son incapaces de mantenerse en pie. Por este motivo, son muchas las que han optado por echar el cierre durante el invierno. Otras, bajan la barrera definitivamente. Por primera vez en la historia, numerosos hoteles, bares, restaurantes, así como comercios de zonas costeras no han llegado a abrir sus puertas este año.

Cierre

El retroceso del 13 % de afiliación empresarial coincide con los meses de cierre de prácticamente todas las actividades no esenciales. Se trata de un descenso superior al estatal, del 9,5 %, y fue mucho más intenso en el sector servicios, con una caída del 14,4 %. Desde la CAEB apuntan a que la «elevada incertidumbre» asociada a la COVID-19 «ha marcado el comportamiento del segundo trimestre del año» afectando a todos los ámbitos, «desde los aspectos médicos y epidemiológicos a la efectividad de las políticas públicas en materia económica y sanitaria y, como no, sobre las decisiones de familias, empresas e inversores».

Desde mediados de marzo y hasta mediados de mayo todas las actividades no esenciales estuvieron cerradas. Los empresarios señalan que la paralización de la actividad económica se tradujo en una reducción de la generación de ingresos de muchos negocios, lo que no solo ha derivado en tensiones de liquidez a corto plazo, sino que comprometió las expectativas de beneficios empresariales y con ello las posibilidades de planificación de nuevos proyectos. En lo que a construcción se refiere, por ejemplo, la patronal constata que la entrada de nuevas obras se ha reducido, especialmente en el sector turístico.

La problemática iniciada en el segundo trimestre ha seguido en los próximos meses, pues la actividad económica no se ha recuperado tras el cierre que supuso el estado de alarma. La caída en picado del turismo –principal motor económico de las Islas– ha supuesto un duro golpe para las empresas de Baleares.