El proyecto Mallorca Vivienda Joven, impulsado por el empresario Javier Cabotá, ha topado con la oposición del Govern. Esta iniciativa que prevé construir 1.300 pisos en Palma, Llucmajor y Calvià de entre 99.000 y 180.000 euros no lo tendrá fácil para seguir adelante al no contar con el apoyo del Ejecutivo autonómico. Así lo comunicaron ayer los responsables de la Conselleria de Medi Ambient, que dirige Miquel Mir, a sus promotores. En su momento, ya dejaron claro que el proyecto lograría «salir adelante siempre que cuente con el apoyo del Govern y de los ayuntamientos de Palma, Calvià y Llucmajor», municipios donde se ubican los terrenos donde se prevé la construcción de los pisos.

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Para su viabilidad, el Govern debería hacer un decreto ley de interés general para la recalificación de los terrenos, que el Parlament debería validar, con el fin de poder comenzar las obras a finales de 2021 o principios de 2022. Sin embargo, desde Medi Ambient ya informaron ayer a los promotores de que no impulsarán ningún decreto ley en este sentido.