La bebé, de doce meses, presentaba lesiones importantes.

Sofía es la madre de una bebé de tan sólo doce meses que le ha tocado vivir una de las situaciones más desagradables de toda su vida. «Antes de nada quiero que quede claro que soy una persona que trabaja en sanidad, soy madre de tres niños y para nada se puede decir que sea una persona alarmista o muy proteccionista. Pero lo sucedido hace unos días en una conocida guardería de Palma –del Govern balear– es algo muy grave», comentó la progenitora.

«Resulta que un día voy a recoger a la pequeña a la guardería y cuando me la entregan veo que tiene la cara roja, con arañazos y mordiscos. De hecho, se puede ver en las fotografías cómo la niña tiene la dentadura marcada en la cara. La explicación fue que otra niña le había mordido. En ningún momento me llamaron ni se pusieron en contacto conmigo desde el centro. Acto seguido, cogí a mi hija y la llevé al pediatra de urgencias del PAC de Escola Graduada», prosigue la madre en su relato.

Médico del PAC
Una vez allí, el profesional encargado de atender al bebé, activó el protocolo establecido en estos casos, emitió un informe pormenorizado de las lesiones que presentaba la niña y puso los hechos en conocimientos de las autoridades pertinentes. De hecho, la madre, con dicho informe presentará una denuncia por la vía penal.

Ese mismo día, desde la guardería nadie le decía absolutanmente nada ni le daban explicaciones. Por ese motivo, en el grupo de WhatsApp del centro, Sofía puso los hechos en conocimiento del resto de padres mostrando unas fotos de las lesiones sufridas por su hija. Acto seguido, desde el centro le enviaron un mensaje privado diciendo que la echaban del grupo porque iba a «incendiar y calentar al resto de padres». El próximo martes, los padres de la víctima tienen una cita con el inspector de centros del Govern para explicar lo ocurrido. Todo ello al margen de la responsabilidad penal que pueda derivar esta situación.

«Ahora en pandemia los grupos son muy reducidos. No entendemos cómo las cuidadoras no se percataron de que había otra niña que le estaba mordiendo. Tampoco entiendo los motivos por los que no se me avisó para que fuera a buscar a la niña y llevarla al pediatra», concluye la madre.

El caso está en manos de la justicia y de la Conselleria d’Educació para que tomen cartas en el asunto y no se vuelvan a producir hechos tan desagradables como el explicado con anterioridad, sostienen los padres.