Vista parcial del salón del plenos del Parlament durante la primera jornada del debate. | Pere Bota

La presidenta del Govern, Francina Armengol, aprovechó ayer su intervención inicial en el debate de política general para poner fecha al fin de la crisis y al inicio de la recuperación. Eso ocurrirá a partir del próximo año, cuando se irán concretando los efectos de las ayudas a empresas y otras medidas tomadas por el Ejecutivo, entre ellas –que consideró fundamental– el reparto de los fondos europeos.

Según la presidenta –que hoy tendrá la réplica de los grupos, que ayer ya anticiparon parte de sus argumentos– las políticas que se han realizado en Balears, –algunas que no dudó en calificar de pioneras y que pueden ser ejemplo a seguir– permitirán que las Islas lideren la recuperación económica.

Armengol, que responderá globalmente a todos los partidos, llenó su discurso de anuncios, aunque parte de ellos ya se conocían o habían sido esbozados. Algunos fueron de carácter general pero también descendió a lo cotidiano: desde un plan de choque contra las listas de espera a una cuota de pisos para jóvenes en la futura Llei de Joventut.

La presidenta inició su intervención recordando la pandemia –que obligó a modificar la agenda política con la que se inició pocos meses antes la legislatura– y reclamó medio minuto de silencio para recordar a las 934 personas fallecidas desde marzo del pasado año. Aunque casi todo el discurso, y las propuestas que anunció, tienen que ver con las medidas para salir de la crisis (recordó que de la anterior, costó «diez años» salir y que de esta se saldrá en dos  ) también dedicó un capítulo relevante a medidas a favor de la igualdad.

La oposición, además de en sus declaraciones posteriores al pleno, criticó algunas de las propuestas a través de las redes.

En clave, económica y de estímulo a las empresas, el primer anuncio fue que Balears será la primera comunidad autónoma en resolver todos los pagos de las ayudas estatales para empresas y autónomos por la crisis del COVID-19, que en el caso balear suponen 855 millones de euros. Se han aprobado –dijo– 484 millones de euros en ayudas a 9.638 empresas y que la semana que viene se concederá la última tanda de ayudas directas.

Armengol enumeró todos los recursos y (en una intervención prolija en cifras y datos) dijo que de la suma de todas las prestaciones –de autónomos, fijos discontinuos, ERTE y otros– las Islas habrán recibido 3.440 millones a los que sumó la posibilidad de 5.000 millones de créditos de ICO e ISBA.

«Autocomplacencia»
Toda esta parte de la intervención servirá hoy al PP para incidir en su excesiva «autocomplacencia». Pero eso sucederá hoy, con el estreno de Antoni Costa como portavoz.

Armengol, aunque con menor ímpetu que el esperado por sus propios socios de Govern, también se refirió a la financiación y a la inversión de Balears. Aludió al REB.
«Seguiremos reclamando la parte fiscal del régimen especial que no se ha aprobado y seguiremos empujando, desde el diálogo, para que se desarrolle completamente el acuerdo aprobado», aseguró. «Y muy pronto veremos los resultados», pronosticó. En el discurso, también apuntó a algo en lo que incidirá en los próximos meses y que se trasladará a una de las propuestas de resolución que se aprobarán al final del debate: que Balears no podrá hacer frente al reto demográfico y a su impacto sobre los servicios públicos sin un nuevo sistema de financiación. «Hoy, que España mira hacia los territorios que se vacían, debemos alzar la voz todos juntos, para recordar los problemas inmensos de los que crecemos en población y vemos amenazada nuestra sostenibilidad social, ambiental y económica», dijo.

La presidenta, que reconoció expresamente la labor de la consellera de Salut, Patricia Gómez y del vicepresidente Yllanes, insistió en su idea de «mano tendida» y de «reclamar todos juntos». Incluyó un enésimo llamamiento al PP para que se sume al pacto por la reactivación y recordó que partidos como el PI o Cs ya están ahí.