Efectivos de la Policía Nacional detienen a cuatro personas en Manacor por simular ser víctimas de robo | A SEPULVEDA

Un infierno en casa. La Policía Nacional de Manacor ha detenido a una mujer y a su novio, ambos de unos 45 años de edad, por los malos tratos físicos y psicológicos a los que sometieron a la hija de ella, de 14 años. En ocasiones, incluso, la dejaban encerrada en la vivienda sin agua ni comida. El delito que les imputan los investigadores es el de malos tratos habituales, y se prolongaron en el tiempo durante algunos meses. Según parece, la pareja salía de copas con frecuencia y cuando regresaban a casa, bajo los efectos del alcohol o de sustancias prohibidas, se ensañaban con la adolescente, a la que tenían completamente aterrorizada. El maltrato consistía en insultos, zarandeos y también en golpes y palizas, que le dejaron lesiones de cierta consideración en el cuerpo.

Anulada psicológicamente

Lo peor, con todo, era el estado emocional de la menor, que estaba totalmente anulada por el calvario que venía sufriendo. Los sucesos se precipitaron en la noche del sábado 30 de abril, cuando la madre y su pareja llegaron a la casa bebidos, como solía ocurrir. La niña intentó escapar, porque sabía que cuando entraban en el piso en esas condiciones, se ensañaban con ella, pero los dos adultos le impidieron la huida y comenzaron a insultarla. A continuación la agredieron, provocándole lesiones, y la dejaron encerrada en su habitación, para que no pudiera escapar. La víctima, angustiada, esperó a que los dos agresores se durmieran y finalmente puso huir de la casa. Deambuló hasta la plaza del ayuntamiento, muy asustada, y allí fue auxiliada por dos vecinos, que la acompañaron hasta las dependencias de la comisaría de la Policía Nacional. Fue entonces cuando los agentes tuvieron conocimiento del infierno familiar de la menor.

La víctima, siguiendo el protocolo habitual en estos casos, fue trasladada hasta el hospital de Manacor, donde confirmaron las lesiones que presentaba. Después, quedó a cargo de un familiar, para su protección. Tras escuchar el relato de la agredida, la prioridad policial fue localizar a la madre y a su compañero sentimental. Entre esa madrugada y el día siguiente los dos fueron detenidos y parece ser que no ofrecieron resistencia. Aconsejados por sus abogados, los dos acusados se acogieron a su derecho constitucional y se negaron a declarar en las dependencias policiales. Horas después pasaron a disposición judicial y el juez los dejó en libertad con medidas cautelares. Una de ellas es que no se pueden acercar a la adolescente, por un período inicial de dos años. Si rompen la orden de alejamiento y contactan con ella de alguna manera (teléfono, internet, cartas manuscritas o en persona) se exponen a acabar en la cárcel.

Orden de alejamiento de su otra hija mayor

No es la primera vez que la mujer española detenida tiene problemas con la Justicia por su carácter violento y su afición a la bebida. Se da la circunstancia de que su otra hija mayor ya pasó un infierno similar en su casa, cuando vivía con ella, lo que supuso que los Servicios Sociales intervinieran y un juzgado dictara una orden de alejamiento, que sigue en vigor a día de hoy. Algunos vecinos parece ser que estaban al corriente de la conflictividad de la señora, que sufre ataques de furia incontrolables muy a menudo.

Además de los insultos y golpes que supuestamente asestaba a su hija menor, apoyada por su novio, a los investigadores les ha impacto el estado de abandono en el que tenía a la adolescente. La víctima relató que podía estar encerrada en el piso durante días sin agua ni comida, y que tenía pánico de intentar una fuga por la reacción violenta que podía tener la pareja para con ella. El sábado 30 de abril, finalmente, decidió que no le quedaba más opción que escapar de aquella casa y se dio a la fuga de noche. Los malos tratos se han prolongado durante meses y la adolescente temía por su integridad.