Representantes de patronales y colectivos y ex altos cargos durante el pleno. | Jaume Morey

El pleno del Parlament aprobó este martes la llamada Ley de medidas urgentes para la sostenibilidad y la circularidad del turismo; una norma que pensada para cambiar el modelo turístico de las Islas Baleares y que incluye una moratoria, que queda en manos de los consells, para congelar durante un plazo de cuatro años    la bolsa de plazas hoteleras y turísticas que existen en las Islas, 624.000 en números redondos, según recordó el conseller de Model Económico y responsable de Turismo, Iago Negueruela.

 La ley aprobada este martes definitivamente nació primero como decreto, pero luego ha sido tramitada como ley y se han incluido cambios que no estaban en la redacción incial. Ayer sólo se disctutían las enmiendas que    habían quedado pendientes y que ya se sabía que no prosperían, como la de Podemos que pretendía poner coto a los beach clubs. Los cambios de enjundia, algunos destinados a suavizar algunos planteamientos al gusto del PI o a incoprorar medidas acordadas entre Cs y el sector hotelero de Ibiza, ya habían sido recogidas en fase de ponencia que redactó el texto del dictamenen aprobado ayer después de una farragosa votación por las posiciones cruzadas de los grupos.

La negociación ha sido completa pues ha tenido que atender a peticiones de Més y Podemos para endurecer algunas propuestas y, a la vez, evitar que lo pactado con el PI y Cs no molestara a los socios del PSIB en el Govern. Aún así, el vicepresidente Yllanes, de Podemos, que no es diputado escenificó su malestar ausentándose del debate.   

Camas y consumo local

De este asunto no quiso comentar nada el conseller Negeruela al ser preguntado al respecto una vez finalizado el pleno. En lo que insistió el conseller (igual que hizo durante su intervención antes de dar paso a los portavoces)    fue en en destacar el amplio acuerdos. Una gran baza del conseller desde el primer momento fue contar con el apoyo del sector hotelero de Mallorca. Ayer evitaron protagonismo y no hubo destacados representantes de la federación hotelera mallorquina en la Cámara. Sí de otras entidades y también de las camareras de piso o ‘kellys’. De hecho, lo primero que se supo de esta ley es que los hoteles tendrían camas elevables para facilitar su trabajo.

La sostenibilidad y la circularidad son otros de los principales ejes del texto, según precisó el conseller. Algunas de las medidas en este sentido son la obligatoriedad de cambiar las calderas fuel-oil por otras de gas natural o eléctricas, potenciar el consumo del producto local en los establecimientos o la necesidad de contar con un plan de circularidad.

«Sí, es una ley de los hoteleros, pero también es una ley de las camareras de piso, de los sindicatos y de todos los sectores. El objetivo final es ser los mejores», destacó Negueruela.

El portavoz de El Pi, Josep Melià, le respondió que no quería «romper su mundo idílico pero esta ley no resuleve el problema de fondo».  La portavoz de Cs, Patricia Guasp, se mostró en contra de la moratoria, como el PI, y dijo: «No criminalicen a ningún sector». La portavoz del PP en este debate, Salomé Cabrera, acusó al conseller de «jugar al trile». «El PP está de acuerdo la modernización y seguiremos trabajar para que se sigan mejorando las condiciones laborales, pero no con el decrecimiento. Cambiaremos esta ley», dijo.