Patricia Gómez. | P. Pellicer

La consellera de Salut, Patricia Gómez, ha comparecido por vigésimo tercera vez en el Parlament, en esta ocasión, para dar explicaciones por primera vez desde la dimisión del director general del IB-Salut, Juli Fuster, hace diez días, por haber firmado un expediente dentro de un proceso de oposición en el que participaba su hija, un hecho por el que si bien no fue condenado, si le valió el reproche de una sentencia administrativa.

«Cometió un error y, de acuerdo al código ético del Govern, presentó su dimisión, actuó con coherencia y no quiso sembrar dudas sobre su honorabilidad. Pese a que su intención nunca fue influir en ningún proceso, firmó lo que concluyó el tribunal», ha defendido la consellera.

Patricia Gómez ha explicado que los procesos de oposición son «garantistas» y «no pueden ni perjudicar ni favorecer a nadie», como una de las conclusiones que ha lanzado tras relatar los hechos. Y para ello ha recordado que IB-Salut, desde 2015, ha realizado 70 convocatorias de oposición para las que se nombra, ad hoc, a tribunales opositores «soberanos», compuestos por profesionales sanitarios que son «quienes toman todas las decisiones» y que después siempre son ratificadas por el director general del IB-Salut.

En cualquier caso, cuando en la intervención de Antoni Costa, portavoz del PP en la comisión, ha pedido a Patricia Gómez si en la intimidad se había hablado con Juli Fuster (quien es también marido de la consellera) del proceso de su hija, la consellera ha reconocido que sí. Hace años, «sabía que se presentaban y que estudiaban», dice, aunque también ha añadido que, en ningún momento, «yo no pensé que podía haber incompatibilidad».

Pese a todo, Costa no ve posible que Fuster no fuera consciente de su papel en todo el proceso. Su versión, ha dicho, no tiene credibilidad «porque es imposible que no lo supiera». Por otra parte, ha añadido que era «una cuestión de puro sentido común o de ética, que se tuviera que abstener, no hace falta lo diga una ley». Costa ha finalizado pidiendo la dimisión de la consellera de Salut alegando que ella también debía saberlo.