Imagen de archivo de un supermercado en las Islas. | Teresa Ayuga

El precio de la cesta de la compra está experimentando subidas por encima incluso de lo que marcan las estadísticas oficiales. Así lo afirma la Asociación de Consumidores y Usuarios de Baleares (Consubal), que cifra en un 34,7 % el encarecimiento de los productos alimentarios en los siete primeros meses del año.

Así, en base a un estudio propio realizado en las Islas a través de la comparación mes a mes de los precios de productos de dos conocidas cadenas de supermercados e hipermercados, Consubal señala encarecimientos desorbitados en el aceite (75 %), los huevos (31 %), la leche (24 %), la pasta (24 %)o el arroz (23 %).

De esta manera, el estudio llevado a cabo por la asociación balear indica un incremento de los precios que supera con holgura el indicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que para las Islas marcó una subida interanual del Índice de Precios al Consumo (IPC) de los productos alimentarios del 12 % y de un 8 % en lo que llevamos de 2022.

Para Consubal, el encarecimiento de la cesta de la compra, sumado al energético, «dificulta enormemente que las familias puedan llegar a final de mes». El presidente de la asociación, Alfonso Rodríguez, recuerda asimismo que «dentro de algunas semanas comenzará la vuelta al cole, un periodo de gran gasto para las familias, que tienen que hacer un gran esfuerzo por la compra del material escolar».

Rodríguez insiste en que la llegada del otoño coincidirá con el arranque de una época más complicada que la actual si cabe, ya que «al incremento de los precios de bienes y servicios de primera necesidad se unen la subida de los tipo de interés de las hipotecas, los alquileres y la electricidad». Por ello, desde Consubal se recomienda a los consumidores «aplicar el sentido común» y tratar de no contraer nuevas deudas, evitando asimismo recurrir a los créditos rápidos.

La subida del precio de la vida se ha unido a un empobrecimiento general de la ciudadanía. La crisis sanitaria y la guerra de Ucrania han encadenado consecuencias económicas que han resultado especialmente dañinas para las Islas, primero con la paralización de la actividad turística -con un peso específico ayer en Balears y Canarias que en el resto de autonomías- y ahora con la inflación y el encarecimiento energético derivados del conflicto bélico, con sus efectos incrementados por el factor de la insularidad.

Cae la renta media

El último informe de European Anti Poverty Network (EAPN) sobre el estado de la pobreza en España recogía datos del INE que revelaban que la caída de la renta media de la población en 2021 fue mayor en Balears que en ninguna otra comunidad.

Así, ese año la renta media por persona se redujo un 11 % con respecto a 2020, evidenciando que la pandemia hizo verdaderos estragos en la economía balear, donde se sufrió la mayor caída de España del PIB, afectando de lleno al poder adquisitivo de las familias.

Asimismo, la tasa de pobreza experimentó un ascenso interanual del 11 %, hasta ocho puntos por encima de la media estatal (3 %). También subió por encima de la media la tasa de personas en riesgo de pobreza (25 %) y la de hogares con baja intensidad en el trabajo (4,6 %).