La dependienta de una tienda de Ibiza guarda unos libros en una bolsa. | Daniel Espinosa

El inicio del curso escolar en Balears no sólo estará marcado porque será más caro que otros años sino por los problemas para conseguir los libros de texto. Para algunos padres está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza, puesto que las clases comienzan el próximo lunes y aún no cuenta con todos los manuales que les han solicitado en sus centros escolares.

El responsable de la división de libros de texto de la Distribuidora Rotger, Joan de Déu Vivó, ha explicado que en algunos casos los libros de texto no llegarán hasta finales de septiembre o principios de octubre, por lo que los estudiantes tendrán que empezar el curso sin ellos.

El motivo que ha ocasionado esta problemática es el cambio de la ley educativa, ya que ha entrado en vigor la LOMLOE, y las editoriales han tenido que hacer nuevas ediciones. Esto ha dado lugar a una saturación de las imprentas. Además, ha influido el hecho de que las comunidades autónomas han tenido que actualizar sus currículums educativos y las editoriales no han podido comenzar a imprimir hasta que no se ha realizado este trabajo.

Vivó ha precisado que los libros de texto que acumulan más retrasos son precisamente las ediciones autonómicas. Además, ha señalado que también hay retrasos en las reediciones anteriores.

Problemas puntuales

Desde algunas tiendas de las Islas dedicadas a la venta de libros de texto han confirmado que no están recibiendo todos los productos que reclaman sus clientes, pese a que en algunos casos fueron encargados el pasado mes de junio. «Es un problema de las editoriales que repercute en las tiendas», han manifestado las citadas fuentes. No obstante, han insistido en que se trata de problemas puntuales y han calculado que el retraso medio oscila entre una semana y 10 días. «Los comercios estamos recibiendo estos días todas las reservas», han añadido.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos (FAPA) de Mallorca, Albert Lobo, ha manifestado que «era una situación relativamente previsible porque si se cambian una inmensa mayoría de libros de texto y se han de reponer, tanto para la compra privada como para los bancos de libros que tienen los centros educativos, necesitas una producción altísima en un mínimo periodo de tiempo».

En este punto, ha recordado que el currículum se aprobó el pasado 1 de agosto. A su modo de ver, «esta situación previsible, se podría haber evitado con una implantación más progresiva de la ley y, por desgracia, será un punto más a añadir a un inicio de curso más confuso y convulso de lo que tocaría si se hubiesen planteado las cosas de una manera más pausada».