Los problemas de sordera se pueden solucionar en los niños, porque suelen estar relacionados con vegetaciones y catarros crónicos. | @ gpointstudio

Unos 25.000 niños de Baleares están pendientes del cribado de audición, ya que se dejó de realizar con motivo de la pandemia de la COVID-19, según ha informado el jefe de Otorrinolaringología del hospital Son Llàtzer, Alfonso Bonilla. En concreto, se trata de una prueba que se realiza para detectar la hipoacusia, es decir, la pérdida de audición. La intención es volver a practicarlas el próximo mes de enero de 2023.

El citado doctor ha explicado que se llevan a cabo cuando los menores cursan primero de Primaria, es decir, a los seis años de edad; previamente, ya se les ha realizado tras el nacimiento. Sin embargo, durante sus primeros días es menos frecuente detectar problemas de audición. De hecho, suelen diagnosticarse entre tres y cinco casos entre los bebés nacidos en las Islas en un año; mientras que en el cribado que se realiza en Primaria se detectan unos 17 casos de hipoacusia entre los niños que se criban. «Se diagnostican más niños con sordera en este cribado que cuando nacen», ha insistido.

Por ello, ha puesto de manifiesto la necesidad de practicar esta prueba médica, que considera fundamental; Baleares es una de las pocas Comunidades Autónomas que la realiza en España. «Las pérdidas de audición a estas edades son la mayoría solucionables», ha subrayado. Por lo general, acostumbran a estar relacionadas con otitis por moco, vegetaciones y mal ventilación del oído medio por catarros crónicos; no están motivadas por el exceso de ruido, como en el caso de los adultos.

Preguntado por cuándo se practicará a los infantes que las tienen pendientes, el doctor Bonilla ha respondido que primero se hará a los que este año cursan primero de Primaria y, posteriormente, se irá practicando al resto. Por tanto, puede haber un decalaje de varios años. En este punto, ha justificado que si no se ha hecho antes es porque no ha sido posible debido a todas las restricciones derivadas de la pandemia. No obstante, ha reiterado que es fundamental seguir ejecutándolas, ya que permite solucionar problemas de sordera.