Kemel Karbachi, en una imagen de archivo. | E. MERCER

La supuesta empresa de viajes turísticos al espacio EOSX Spaceship Company le puede costar una condena de cuatro años de cárcel para su promotor, Kamal Kharbachi Jader, un empresario afincado durante años en Mallorca. La Fiscalía le reclama esa condena por un delito de estafa del que la víctima fue uno de los inversores en el proyecto.

La calificación del Ministerio Público sostiene que Kharbachi constituyó esa sociedad en agosto de 2020 después de idear un «falso proyecto de turismo espacial encaminado a captar inversores que le entregasen capital». Montó una página web en la que publicitaba la iniciativa y dio una serie de entrevistas en las que avanzaba un supuesto proyecto pionero para lanzar globos aerostáticos hasta el límite de la atmósfera terrestre. En esas intervenciones argumentaba que se trataba de un sector pujante con múltiple competencia en todo el mundo y que, el suyo, era uno de los que llevaba la delantera. Bajo esa apariencia de «seriedad y viabilidad», según la acusación pública se ocultaba una «artimaña» para conseguir desembolsos de dinero «en beneficio propio».

De esta manera, el mismo año 2020 contactó con un posible inversor en Palma, que a la postre ha resultado ser la víctima y el denunciante de la supuesta estafa. En septiembre de ese año suscribieron un contrato de préstamo convertible por un importe de cien mil euros. El inversor entregaba esa cantidad con una serie de condiciones: el acusado debía completar una ronda de financiación en la que captara un millón de euros para poner en marcha el proyecto. Si lo conseguía, esa inversión se convertía en acciones de la empresa; si no, el dinero debía ser devuelto.

Empresa ficticia

La Fiscalía describe que, para convencer al inversor, Kharbachi incluyó una cláusula de obligatoria conversión en el contrato, «al objeto de generar la precisa confianza que necesitaba el inversor para proceder a tan significativo desembolso».

Sin embargo, de acuerdo con la calificación provisional, pasó el plazo de 120 días que estaba fijado y «toda vez que el encausado se había aprovechado del dinero para su propio provecho», argumentó que no se había completado la ronda de financiación y consiguió una prórroga. Este tiempo también pasó y entonces, «sin justificación alguna, el acusado tomó para sí tales cantidades sin proceder a su devolución en el plazo pactado y sin incluir al inversor en el accionariado». El inversor engañado comenzó a requerir de forma insistente la devolución del dinero a través de vías legales. Cuando no lo consiguió acudió al juzgado.

La acusación particular que le representa eleva la petición de prisión a los cinco años de cárcel. En su calificación describe que EOSX Space se constituyó con apenas un capital social de diez mil euros y que no había registrado nunca cuentas en el registro mercantil ni ampliado ese capital inicial, insuficiente para llegar al espacio.