La exposición del IBAVI sobre vivienda protegida que permanecerá instalada en el paseo del Born de Palma hasta el 19 de marzo. | Enrique Fueris

La casa de lujo sigue ganando terreno a las unifamiliares. El problema de acceso a la vivienda en Baleares continúa agravándose y no tiene visos de arreglarse en un futuro cercano. Así lo advierte el Colegio Oficial de Arquitectos (COAIB), quien además reclama a la Administración Pública un impulso más decidido de la vivienda protegida, algo que para ellos es absolutamente clave en la lucha contra la crisis habitacional.

El decano del Colegio, Bernat Nadal, y el presidente de demarcación de Mallorca, Joan Cerdà, han dado a conocer el balance sobre obras, presupuestos y superficies de los proyectos visados en el Archipiélago en 2022. El informe confirma la tendencia creciente a la construcción de viviendas unifamiliares, con dimensiones y presupuestos cada vez más elevados, en detrimento de las plurifamiliares para la clase media y media-baja. "La caída de la vivienda plurifamiliar es patente en los últimos cinco años".

Así, en 2022 se construyó en general un 3 % más que el año anterior (5.745 obras), con idéntico incremento porcentual en cuanto a presupuestos globales (1.402 millones de euros) y a proyectos exclusivamente de vivienda (3.453). La superficie construida, 1,9 millones de metros cuadrados, fue prácticamente calcada a la de 2021, lo cual simplemente evidencia que el metro cuadrado es cada vez más caro. El aumento de la edificación turística (+14 %) ha compensado parcialmente el retroceso en edificaciones con otros usos, como las comerciales, administrativas o sanitarias.

En el caso concreto de la vivienda, las plurifamiliares libres (1.943) crecieron un 1 %, mientras que las unifamiliares (1.510) lo hicieron en un 5 %. "Ni la pandemia ni el conflicto armado de Ucrania han creado el problema de la vivienda plurifamiliar, que ya existía", han señalado Nadal y Cerdà para subrayar que en la actualidad se vive "el periodo de menor creación de vivienda nueva de nuestra historia reciente", algo que tampoco se ve compensando con la creación de suficiente de vivienda protegida o por la vivienda reformada.

El problema se va radicalizando a través de las escaladas paralelas en precios y población. A modo de comparativa, y al hilo de la referencia a la historia reciente balear, en la década de los 90 se construían 3,6 viviendas por cada nuevo habitante, mientras que en la actualidad el ratio se sitúa en 0,3 viviendas por cada nuevo habitante. "Es decir, que ahora creamos diez menos vivienda que entonces".

El ritmo de construcción de VPO, mientras tanto, sigue siendo alarmantemente bajo para las necesidades de la población. Según los datos facilitados por el Institut Balear de l'Habitatge (IBAVI), el número de plurifamiliares protegidas construidas en 2022 ascendió a 144, un incremento del 16 %. Mientras, las plurifamiliares protegidas visadas por el COAIB (no impulsadas por el IBAVI, sino por otras promotoras) fueron 93, un -6 % respecto a 2021. En ambos casos, las cifras están aún muy lejos de suponer un alivio para la situación de emergencia habitacional que padecen las Islas.

"La construcción de VPO no compensa la falta de vivienda. Claramente estamos construyendo muy poca vivienda pública y deberíamos reflexionar en torno a eso". Los portavoces del COAIB reivindican que "se debería hacer un esfuerzo claro para crear vivienda pública de calidad y la Administración ha de liderar ese cambio con una implementación presupuestaria adecuada". En caso contrario, "la situación no va a mejorar".

Las perspectivas de cara a este año no son halagüeñas. Y la previsión del COAIB es que como mínimo se produzca "un estancamiento" en la obra nueva. El nuevo decreto de contención urbanística aprobado por el Parlament el pasado enero, además, añade leña al fuego, según los arquitectos. Los promotores ya se quejaron el mes pasado de que la normativa no haría más que agravar el problema fomentando la especulación, y el COAIB se ha pronunciado en una línea similar. "Con el decreto se han desclasificado gran parte de los urbanizables de las Islas y se tiene que entender que eso va a generar un incremento del precio del suelo. Este tipo de normativas suele tener el efecto contrario al deseado", ha sentenciado Nadal.

VPO aparte, otras de las soluciones que plantea el COAIB pasarían por incrementar la intensidad de uso de zonas urbanas o fomentar la cultura de la rehabilitación. En ese sentido, señalan que los fondos europeos Next Generation no han tenido aún un impacto visible en los datos de visado de obras, pero constituyen "una oportunidad para impulsar este cambio y adaptar el parque inmobiliario".