Se considera voto en blanco cuando un ciudadano introduce su sobre vacío. | Europa Press

Faltan escasas semanas para que se celebren las elecciones del 28 de mayo. En ellas, los ciudadanos serán los encargados de elegir la representación en los Ayuntamientos, consells y en el Parlamento de las Islas. Aunque puede que ya tengas claro a quien votar, a lo mejor te quedan algunas dudas sobre el funcionamiento de esta gran jornada electoral. Una de ellas puede ser la diferencia entre el voto en blanco y el nulo.

Voto en blanco

Se considera voto en blanco cuando un ciudadano introduce su sobre vacío en las urnas y se suele emplear cuando el electorado desea expresar su rechazo a las candidaturas y falta de afinidad a los partidos. Sin embargo, según la actual Ley Electoral, esta clase de voto se considera válido y favorece a los partidos mayoritarios, por lo que se suma a los votos obtenidos por las diferentes candidaturas para hacer el reparto de escaños. En ese momento entra en juego la ley d'Hondt, el sistema de cálculo proporcional utilizado en el sistema electoral español. Conforme a éste, en cada circunscripción se excluye primero a las candidaturas que no hayan obtenido, al menos, el tres por ciento de los votos válidos emitidos, por lo que al incluir los votos en blanco una candidatura necesita más votos para lograr escaño.

Voto nulo

El voto nulo se produce cuando en el interior del sobre hay una papeleta diferente a la oficial, se introducen dos papeletas de dos candidaturas distintas o hay algún objeto. En este caso, el voto no tiene ninguna consecuencia electoral porque no se contabiliza y por lo tanto, no suma, pero si queda constancia de él en la mesa electoral. No obstante, si el votante se equivoca y, por error, introduce en el sobre dos papeletas idénticas de la misma candidatura, su voto no quedará anulado.