Antoni Vera, durante una de sus respuestas a preguntas de la oposición en el pleno de ayer. | Jaume Morey

El conseller d’Educació, Antoni Vera, no aclaró qué está pactando con Vox para aplicar la elección de lengua en clase. Pese a los intentos del PSIB, que llevó a la sesión parlamentaria de ayer media docena de preguntas vinculadas con este asunto y las consecuencias que tendrá para la aprobación del techo de gasto (bloqueado por el partido ultra hasta que no tenga una propuesta de la Conselleria d’Educació), Vera no despejó las dudas. Y, por momentos, creó otras.

Vox no hizo ninguna pregunta sobre esta cuestión (sustituyó las que había presentado) y eso podría llevar a indicar que se está negociando. Además, este grupo aplaudió las intervenciones del conseller d’Educació a quien, hasta hace una semana, veía como la principal resistencia a sus propuestas. Vera sí desveló algo en respuesta a una pregunta del socialista Marc Pons (fotografía circular de esta página), que «aún no tenemos previsión presupuestaria, que no hay nada hecho ni nada previsto». Y que el debate segregación sí, segregación no es «un debate ficticio».

Reproches para todos

Pero aunque Vox dejó pasar este asunto (confía en una reunión decisiva para mañana jueves que Vera no quiso confirmar) fue su propuesta de garantizar la libre elección de lengua, «sin pinganillos» (expresión que utilizó la diputada Manuela Cañadas hace unas semanas) y el rechazo a su proposición no de ley lo que abrió la crisis.

Según Marc Pons, «estamos ante una crisis de gobierno de caballo» por el rechazo de Vox al techo de gasto. Pons, igual que hicieron Iago Negueruela y Pilar Costa, recordaron que el Govern tenía sobre la mesa la abstención de su partido para sacar adelante las cuentas si «retira la propuesta de segregación en la escuela». Costa, recordó Halloween y dijo «no nos venga entre truco o trato, con Vox sólo le queda elegir entre susto o muerte».

Hubo más intentos de que Vera concretara qué esta pactando con Vox. También lo intentó Més per Mallorca. Maria Ramon le dijo que el programa del PP no llevaba incorporada la segregación en las aulas y que «son el brazo ejecutor del partido del odio». Vera le dijo: Están creando una distopia, una novela de ciencia ficción, nunca haremos nada de espaldas a la comunidad educativa». Y si a esta diputada le reprochó Vera las cesiones de Més al PSIB cuando gobernaban juntos, a la socialista Amanda Fernández le echó en cara que «la sumisión a sus socios independentistas de Més», llevó a romper un acuerdo que había alcanzado con el PP.

Vera alude frecuentemente a este episodio, de cuando en la anterior legislatura se aprobó una nueva ley educativa. Y también se refirió a la situación estatal, a los pactos para la investidura de Sánchez. A este asunto recurrió igualmente Antoni Costa cuando Iago Negueruela le preguntó si estaban dispuestos a aceptar su abstención para no depender de Vox. El PSIB dejó el pleno sin tener las cosas muy claras. De una parte considera que habrá acuerdo con el partido ultra pero, por otra, no saben en qué términos. Y Vera no aclaró si «después del puente» llegará el acuerdo y cuál será.

El apunte

La Cámara constata que Balears precisa un nuevo sistema de financiación

El pleno del Parlament reconoció la necesidad urgente de aprobar un nuevo sistema de financiación que, como mínimo, incluya como factores a compensar «de forma justa y proporcionada» la población flotante, la variación de la población, la insularidad y el coste de vida», y que, ha instado al Estado, tenga efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2014.

La propuesta iba contenida en una moción de Més per Mallorca, que defendió Lluís Apesteguia y que incluyó aportaciones de otros grupos. También constató que los diferentes sistemas habían sido «injustos». Vox se abstuvo.