El segmento del turismo de lujo en Mallorca está instando a la Administración balear a optimizar la labor de investigación e inteligencia turística para poder avanzar hacia su consolidación como destino referente para este perfil de visitantes en el entorno mediterráneo.

El objetivo, subrayan, casa con la línea marcada por los dirigentes baleares en lo que debe ser la estrategia turística independientemente del color político: elevar el poder adquisitivo del mercado que capta las Islas para aumentar la facturación sin tener que ganar en volumen.
Desde Essentially Mallorca, la primera asociación que agrupa a diferentes empresas del sector turístico enfocados al cliente de alto poder adquisitivo, se está trabajando con la Agencia de Estrategia Turística de Balears (AETIB) para afinar esa labor y poder posicionarse en un mercado al alza desde que finalizara la crisis sanitaria desatada por la pandemia.

«No puede ser que con el nivel competitivo que tiene Balears otros rivales directos como Marbella nos aventajen tanto en materia de estudios e inteligencia turística», aseguran desde una asociación que agrupa a empresas como los hoteles Jumeirah, Castillo de Son Vida, Nixe Palace y GPRO Valparaíso Palace & Spa; campos de golf como Son Muntaner, Aucanada y Son Gual o destacadas firmas de producto local como Jardines de Alfabia, La Fiore o Flora de Sal d’Es Trenc.
El primer paso que se ha dado en concertar la elaboración de un estudio del impacto económico del segmento del lujo en el turismo mallorquín, el cual debería estar listo, si todo va bien, para finales del año que viene.

Pero no solo, eso también incrementa la labor de investigación y de elaboración de macrodatos para trabajar las fortalezas de Mallorca y de todo el Archipiélago y minimizar sus puntos flacos. «Es una labor que aquí no se ha hecho todavía y en la que otros destinos nos llevan años de ventaja».
Según el Índice de Competitividad Turística (ITC) elaborado por Impulsa Balears -uno de los pocos que existen en este ámbito semejante nivel de profundidad-, Balears se sitúa como un destino de alto potencial en determinados apartados, pero sale muy perjudicado en otros y, concretamente, en comparación con los destinos con los que pretende competir. Así, presenta mejores tasas de ICT en cuestiones como seguridad y salud; priorización social del turismo; conexiones aéreas y marítimos, infraestructuras y equipamientos o recursos naturales.

Por contra, presenta severas carencias competitivas en facilitación administrativa para la empresa, integración tecnológica, ordenación del territorio, capital humano y mercado laboral.