Almendros secos en el Pla de Corona el pasado domingo. | Moisés Copa

El Govern ha propuesto al sector primario ayudas por valor cercano a los 5,5 millones de euros para paliar los efectos de la sequía aunque descarta, de momento, medidas drásticas como restricciones.

Lo han explicado este lunes la presidenta del Govern, Marga Prohens, y el conseller de Agricultura y Medio Natural, Joan Simonet, tras participar en la constitución de la Comisión de Adaptación y Respuesta del Sector Agrario al Cambio Climático.

Respecto a la actual situación del agua, la líder del Ejecutivo autonómico ha insistido en que a día de hoy y tras las últimas lluvias no hay motivo para la alarma y ha comparado la situación del archipiélago con la de otras Comunidades Autónomas. En este sentido, ha recalcado en que mientras que las reservas en Andalucía están al 20% o las de Cataluña, con una situación alarmante, están al 16%, en las Islas en diciembre superaban el 50% con mejor situación incluso tras las últimas precipitaciones registradas. «Vigilamos estos datos, pero tenemos que estar preparados», ha resaltado.

Prohens ha insistido en la necesidad de reforzar la concienciación tanto ciudadana como de las administraciones.

El conseller Simonet, por su parte, ha explicado que las altas temperaturas y la falta de lluvias en los últimos meses del año han frenado el desarrollo de los pastos, por lo que los ganaderos han tenido que recurrir a las reservas.

De este modo, aunque no se han concretado las cuantías concretas, se prevén ayudas por cabeza de ganado o por hectárea. A estas medidas, se sumará la campaña de reparto de semilla certificada en primavera para los agricultores y que aumentará significativamente, según ha explicado.

Según ha detallado, sobre la mesa de la reunión, además de las medidas a corto plazo, están las futuras líneas de trabajo que sector primario necesita acometer como el desarrollo de nuevas variedades frutales más resistentes a las actuales circunstancias --almendro al calor en invierno o algarrobo a la sequía-- o la mejora de los seguros antes sucesos climáticos adversos. Simonet ha advertido que la investigación «no puede esperar» porque los resultados tardar años en verse.

PRIMER ENCUENTRO DE LA COMISIÓN

Prohens ha explicado que esta mesa tiene el objetivo de impulsar actuaciones para la mitigación y adaptación al cambio climático del sector agrario, y a la vez también quiere apostar por el sector por su capacidad de mitigación de sus efectos y hacerlo un aliado en la lucha contra el cambio climático.

«Queremos tanto buscar estrategias como también impulsar estudios e investigaciones para encontrar fórmulas de resiliencia del sector a estos efectos, por ejemplo, a los efectos de la sequía», ha afirmado.

Además de Prohens y Simonet, han participado en el encuentro, el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fernando Fernández; la gerente del Instituto de Investigación y Formación Agroalimentaria y Pesquera (Irfap), Georgina Brunet; representantes de los consells insulares de Menorca, Ibiza y Formentera; las principales asociaciones agrarias y ganaderas de Baleares y cooperativas, así como representantes de los consejos reguladores de las denominaciones de origen protegidas e indicaciones geográficas protegidas de Baleares, además de un representante de los estudios del grado de Ingeniería Agroalimentaria de la Universitat de les Illes Balears (UIB).

El conseller Simonet ha recordado durante su primera intervención el objetivo principal de esta comisión, que funcionará siempre en total coordinación con el sector.

Durante esta primera reunión se ha trabajado sobre una serie de propuestas de medidas ordinarias y extraordinarias de apoyo a los sectores agrarios y ganaderos en respuesta a la sequía del otoño de 2023 y del invierno de 2024.

Así, una primera ayuda, con un presupuesto estimado de tres millones de euros, se destinará al apoyo del sector ganadero por el incremento de los costes de alimentación derivados de la sequía. También se abrirá una convocatoria extraordinaria de subvención a la siembra de cereales, forrajes y leguminosas por un importe de un millón de euros.

Otra de las propuestas ha sido la posibilidad de ampliación de la campaña de semillas certificadas de cereales, leguminosas y forrajeras para la próxima campaña de otoño-invierno de 2024. El presupuesto inicial es de 1,25 millones de euros.

Fernando Fernández también ha explicado durante la reunión otras de las medidas complementarias a este primer paquete de ayudas, como es el incremento hasta el 40% de la subvención para la contratación de las líneas de seguro agrario combinado que depende del Govern que, junto con el 30% que aporta el Ministerio, supone un 70% de la subvención máxima que permite la Unión Europea. Además, ha defendido la necesidad de aplicar medidas de flexibilización de la condicionalidad ambiental reforzada y ecorregímenes en la campaña de la PAC 2024.

En cuanto a los proyectos en fase de desarrollo experimental, se propone un diseño del sistema del fondo de pastos a disposición de ganaderos sin base territorial suficiente o con dificultades de cobertura de las necesidades de alimentación del ganado, con un importe de 20.000 euros. También se ha recomendado el desarrollo de sistemas de incremento de la suficiencia alimentaria de la cabaña ganadera de las Baleares, con un presupuesto de 35.000 euros.

PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN

Por otro lado, la gerente del Irfap, Georgina Brunet, ha sido la encargada de hacer una presentación al detalle de los efectos del cambio climático en la agricultura y la ganadería de las Islas.

En este sentido, en esta reunión se han empezado a definir una serie de estrategias de investigación de adaptación y mitigación. Además, se han expuesto algunos proyectos de investigación concretos en los que se trabaja en la actualidad desde el Irfap.

Brunet ha destacado que el cambio climático provoca alteraciones en la fenología de los vegetales y, por lo tanto, es necesario mejorar el conocimiento en lo referente a la influencia de las condiciones ambientales sobre la fenología reproductiva de las especies, la respuesta de las diferentes variedades a los estreses y las prácticas de manejo agronómico más adecuadas para adaptarnos a sus efectos.