FOTO: GERMAN G. LAMA
En esta primera edición del festival Elektrozine se ha dado una situación curiosa. Una gran cantidad de mecheros se encendían entre proyección y proyección para poder consultar el programa del día y saber que cortometraje iba a ser proyectado a continuación, otorgando a la sala un curioso aspecto, casi religioso. Anécdotas aparte, quienes asistieron a la segunda sesión del pasado jueves tuvieron la suerte de poder disfrutar de algunos de los cortometrajes más sólidos del certamen. Es el caso de «Los días felices», una divertida y cuidada producción de Canal + con estructura de musical -con la sana intención de reírse de este género- dirigida por Chiqui Carabante. Además, otro de los mejores trabajos presentados hasta el momento fue «Por un infante difunto», un duro y siniestro relato firmado por Tinieblas González.

Las proyecciones continuaron durante la tarde-noche de ayer, en la que una de las cintas, concretamente «Glove», del alemán Lutz Winde, logró que el público irrumpiera en aplausos al finalizar el pase. La divertida historia de un joven con serios problemas para ligar, solucionados por un enigmático guante parlante -filmada con un acertado ritmo- divirtió a los asistentes y provocó la ovación. La producción nacional dio un gran salto de calidad gracias a tres directores vascos -Aitor Agorría, Xabier Alberdi y Jon Andueza-, autores de «Laugarren Galeriatik» (Cuarta galería), una sobria, dura y hermosa reflexión sobre los lazos que pueden llegar a unir a dos hombres encerrados en una celda ante una situación extrema. Filmada en un expresionista blanco y negro, fue una de las piezas más elogiadas por el público presente, que, al igual que en las primeras sesiones a concurso celebradas el jueves, fue bastante numeroso.

La jornada de ayer dejó otras pequeñas joyas en la retina, como la costumbrista «5 guijarros», historia de jornaleros basada en un cuento de Heinrich Böll y dirigida por Rosa García Andújar, o la argentina «Líneas de teléfono», un hábil guión con una acertada puesta en escena de Marcelo Brigante.

Una de los puntos a destacar de Elektrozine es la inclusión en la sección oficial de unos pocos documentales, entre los que hay que señalar «Vete de mí», historia de un bolero aprovechada para glosar la figura del cantante Bola de nieve.