El pintor Ramón Pérez Carrión ha realizado en su trayectoria profesional varios trabajos alrededor de los libros. (Foto: VICENÇ FENOLLOSA).

La recién concluida Feria de Arte Contemporáneo de Balears «Art.Ibiza» fue el marco en el que el pintor alicantino Ramón Pérez Carrión presentó «Llibres de plom», merecedora del premio a la mejor instalación de la feria «Art.Ibiza», concedido por los medios de comunicación de la isla. El mismo espacio del Recinto Ferial le sirvió también para presentar una edición para bibliófilos de 100 ejemplares (al precio de 45.000 pesetas) del poema más celebrado de Colinas, «Sepulcro en Tarquinia», con ocho grabados originales de un pintor que siempre se ha sentido muy influido por la literatura.

Tres años de compleja y delicada labor técnica y creativa ha invertido Pérez Carrión en la realización de la instalación «Llibres de plom», que antes de ser presentada en Eivissa ya había sido vista en la galería Edgar Neville de Alfafar (Valencia) y en la sala Carlos III de la Universidad de Navarra. Una exposición itinerante, de momento, que tendrá su siguiente exhibición en la Diputación de León y cuyo destino final todavía no está claro: «Me gustaría que fuera adquirida por alguna institución que la tuviera expuesta al público en su totalidad. No se deben separar sus partes, es un conjunto en el que cada libro crea un juego entre ellos. Son libros redondos, sin principio ni final; no hay un orden de lectura y el juego está relacionado con el espectador, el ambiente que crea la luz individual sobre cada libro y la presentación escultórica de todo el conjunto», explicó el artista.

La idea del realizar el proyecto de «Llibres de plom» se tuvo su origen en la lectura del libro «Los juegos del Sacromonte» de Ignacio Gómez de Liaño (Editora Nacional, 1975). «La obra es un juego de ficción relacionado con el pensamiento platónico, la Edad Media, el Barroco y el Renacimiento Italiano. Gómez de Liaño creó una especie de estancia de la memoria asociada a la historia de España, desmontando la versión oficial a partir del descubrimiento de unos libros de plomo en Sacromonte en el siglo XVI junto a unas reliquias de mártires», señaló.

En el caso de Pérez Carrión, el juego de ficción de sus «Llibres de plom» arranca en un cementerio de burros, donde se supone encontró estos doce libros: «Mi historia apócrifa tiene muchas paradojas, porque las imágenes son actuales. Es decir, es un juego entre la verdad y la mentira que también podía desmentir la versión oficial», precisó el pintor.