La ciudad antigua de Dalt Vila y sus murallas es la aportación más importante de la candidatura, que combina arte y naturaleza.

PEP TUR / ENVIADO ESPECIAL A MARRUECOS Eivissa será declarada oficialmente Patrimonio de la Humanidad el próximo sábado, fecha en la que será clausurada la XXIII sesión del Comité del Patrimonio Mundial que está teniendo lugar esta semana en la ciudad marroquí de Marraquech. En la mañana de ayer, el Comité, integrado por las delegaciones de 21 países votó por unanimidad la inclusión en la lista de los valores que integran la candidatura «Ibiza.Biodiversidad y Cultura». Esta decisión, en su fondo, implica la declaración de Dalt Vila y sus murallas, la necrópolis del Puig des Molins, el poblado fenicio de Sa Caleta y las praderas de poseidonias como un bien que debe ser conservado para beneficio de toda la Humanidad; pero en la forma, Eivissa deberá esperar hasta el sábado para celebrarlo.

Nada más conocerse la decisión del Comité, a la que asistió en persona toda la delegación ibicenca, el alcalde de la ciudad, Xico Tarrés, quien llegó ayer mismo a Marraquech (junto al comisionado de la candidatura Enrique Fajarnés) expresó a este periódico su satisfacción por la decisión del Comite y por la unanimidad habida a la hora de resolver la candidatura, aunque manteniendo la prudencia exigida por la Unesco a todos los asistentes a la espera de la ratificación oficial de esta decisión: «Ha sido un trabajo elaborado al 90 por ciento por el anterior equipo de gobierno -declaró el alcalde-, pero hemos trabajado todos mucho por esta candidatura. Ahora debemos saber que somos una ciudad realmente privilegiada, ya que la Unesco incluirá a Eivissa en una lista en la que sólo hay cerca de 600 valores repartidos por todo el mundo, y tenemos que ser todos conscientes de que debemos preservarla, el anterior equipo, nosotros y todos aquellos gobiernos que nos sucedan de ahora en adelante».