La murallas de Dalt Vila tienen más amenazas además del inexorable
paso del tiempo. Este conjunto arquitectónico, único en el mundo y
declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se enfrenta al
deterioro provocado por las «fallas» normales sobre las que está
construida, según revela un informe de la empresa Goefísica Balear.
Este documento, encargado por el Ayuntamiento, servirá ahora de
base para que los ingenieros de caminos solucionen la situación,
que puede llegar a ser irreversible.
El Consistorio encargó un informe para conocer las causas de las
grietas e incluso desprendimientos que suceden en la zona del
mirador, justo al lado del mismo edificio municipal. El expediente
reveló que, además de la inevitable acción del mar "que se «come»
poco a poco la tierra", las rocas que soportan la construcción
presentaban diversas fracturas naturales. Justo encima de cada una
de estas roturas asomaba una grieta en la muralla.
Esta circunstancia se repite en el resto del recinto amurallado
que no tiene ningún tipo de contacto con el agua. Por ejemplo, en
el baluarte de Sant Joan se pueden apreciar varias de estas fisuras
en los bloques. Una mirada distraída no observaría nada especial en
la zona, sin embargo, la de un geólogo descubriría algunas
irregularidades en el terreno: una falla "una grieta natural del
terreno", histórica, de los tiempos geológicos que se puede
reactivar con un microseismo "un temblor impercetible para los
humanos" o una sobrecarga de peso sobre la zona.
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