Ejemplo de una de estas roturas. Foto: MARINA MART

OSCAR RIBAS La murallas de Dalt Vila tienen más amenazas además del inexorable paso del tiempo. Este conjunto arquitectónico, único en el mundo y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se enfrenta al deterioro provocado por las «fallas» normales sobre las que está construida, según revela un informe de la empresa Goefísica Balear. Este documento, encargado por el Ayuntamiento, servirá ahora de base para que los ingenieros de caminos solucionen la situación, que puede llegar a ser irreversible.

El Consistorio encargó un informe para conocer las causas de las grietas e incluso desprendimientos que suceden en la zona del mirador, justo al lado del mismo edificio municipal. El expediente reveló que, además de la inevitable acción del mar "que se «come» poco a poco la tierra", las rocas que soportan la construcción presentaban diversas fracturas naturales. Justo encima de cada una de estas roturas asomaba una grieta en la muralla.

Esta circunstancia se repite en el resto del recinto amurallado que no tiene ningún tipo de contacto con el agua. Por ejemplo, en el baluarte de Sant Joan se pueden apreciar varias de estas fisuras en los bloques. Una mirada distraída no observaría nada especial en la zona, sin embargo, la de un geólogo descubriría algunas irregularidades en el terreno: una falla "una grieta natural del terreno", histórica, de los tiempos geológicos que se puede reactivar con un microseismo "un temblor impercetible para los humanos" o una sobrecarga de peso sobre la zona.