GUILLERMO ROMANÍ/J.H. «El compromiso en los artistas populares chilenos, y yo diría que en general en toda Latinoamérica, siempre ha sido esencial, vital; como si fuéramos militantes de un sindicato». Así de rotundo se mostró ayer Àngel Parra para expresar a Ibiza y Formentera su postura militante con la justicia social y la defensa de los derechos humanos. El popular cantante, que el día anterior había ofrecido un concierto en «Sa Nostra», apostilló que «para tener acceso a la cultura hay que ser político, hacer política cotidianamente; ese es nuestro compromiso».

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Hijo de cantante y sobrino de poeta, Àngel Parra aseguró que «no hemos dejado ningún espacio libre en nuestras vidas en el que no hayamos aprovechado las fórmulas democráticas para trabajar por la justicia social.». Una lucha que no decae con los años. «Para nada; moriremos con las botas puestas y la bandera al viento; por supuesto».

En sus recitales Àngel Parra interpreta también canciones de Víctor Jara, Atahualpa Yupanqui y Violeta Parra, su madre. «Son esencialmente la gente con la que más me identifico, porque es muy difícil cantar obras de otros si no existe una sintonía directa, una comunión que abarca vida y obra», señaló. «Cantar es una confesión pública y una toma de posición, porque el personaje de arriba el escenario ha de ser igual abajo del mismo; ha de ser consecuente consigo mismo». Interpretar las canciones de su madre obliga a Àngel a un ejercicio de disciplina. «He de olvidarme que son suyas para poder cantarlas; aunque son canciones que no requieren ninguna sobreactuación porque los textos y la música son tan sencillos y profundos que es como darle al público la página de un libro. La expresión del folklore del pueblo puede ser mínima, pero tiene una enorme rotundidad», afirmó.