D. MARQUÉS El barítono menorquín Joan Pons ha hecho realidad estos días uno de sus proyectos más emotivos. Por vez primera ha grabado un disco en Ciutadella y, además, en su propia casa, junto a su gente y poniendo voz a canciones populares de la isla como «Escolta es vent» y «Sa núvia d'Algendar». La iniciativa, surgida hace tres años, ha sido bien acogida por la discográfica Blau Discmedi, que piensa sacar este trabajo al mercado coincidiendo con las próximas fiestas de Navidad.

Joan Pons ha aprovechado un paréntesis de ocho días entre sus actuaciones de Roma y Verona para entonar sobre los coros de la Capella Davídica y la orquestación, grabada con la participación directa de maestros de la talla de Ros Marbà y Salvador Brotons. El técnico Steve Taylor trasladaron sus equipos hasta el mismo sótano del lujoso chalé que Pons posee en Menorca. Luego, en Barcelona, se añadirán los arreglos, con la colaboración directa de Maria del Mar Bonet, Nina, Lluís Llach, Josep Carreras y Jaume Aragall, que cantarán a dúo con Pons algunos de los trece temas del disco.

El productor Antoni Parera reconoce que se trata de una producción «cara, muy costosa, aunque menos de lo que hubiera sido, ya que varios de los artistas invitados se han ofrecido a colaborar desinteresadamente en el proyecto». Pese a ello, Parera entiende que el disco «tiene numerosos atractivos y se venderá bien».