Pilar Costa y Xico Tarrés aplauden al ser descubierta la placa en homenaje a Joan Gómez Ripoll 'Campos'. Foto: P.T.

En un sencillo acto celebrado ante el número 10 de la calle Josep Verdera de Eivissa, familiares de Joan Gómez Ripoll Campos, junto a la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, y el alcalde de la ciudad, Xico Tarrés, descubrieron una placa en homenaje al arquitecto ibicenco, fusilado tras la Guerra Civil por su pasado socialista y su apoyo a la República.

El acto dio comienzo con una semblanza biográfica de Campos realizada por Antoni Riera Buforn, quien recordó los edificios obra del arquitecto -entre los que se encuentra el actual hotel Montesol-. A continuación, y en nombre de los familiares del homenajeado, Pere Vilàs dio las gracias a las autoridades ibicencas por el reconocimiento a la figura de Campos y recordó su estupefacción al tener acceso, 58 años después de su muerte, al sumario del consejo de guerra que decretó el fusilamiento del arquitecto.

«Es justo que se reconozca la memoria de los personajes destacados de Eivissa», señaló por su parte Tarrés, quien añadió que si Joan Gómez Ripoll no hubiera sido fusilado «la imagen de la ciudad sería diferente». «Campos será una persona que las generaciones venideras conocerán y recordarán», finalizó.

Costa dijo que «la injusticia de la historia hizo que no fuera reconocido en su tiempo». «Sus ideales le llevaron a ser fusilado -continuó-. Hay que tener en cuenta la época difícil en la que vivió, pero en su trayectoria demostró su coherencia. Esperamos contribuir a difundir su obra», indicó Costa en referencia a los trámites para declarar algunos edificios de Campos como Bien Catalogado.

Condenado por establecer la semana laboral de 40 horas
Pere Vilàs recordó ayer la primera vez que pudo leer el sumario del consejo de guerra por el que Joan Gómez Ripoll fue fusilado. «Me quedé sorpendido -señaló-. Uno de los crímenes que se le imputaban había sido que, siendo delegado de Trabajo de la República en Eivissa, había instaurado la jornada laboral de 40 horas semanales. Este fue uno de los argumentos para su fusilamiento».