El ancla fue restaurada en Formentera tras ser depositada en una piscina en el parque de Bomberos.

El ancla de Formentera, recuperada del mar en 1997 y datada en el siglo XVIII, se instalará definitivamente en las cercanías del faro de la Mola y del monumento que en aquel lugar está dedicado al escritor Julio Verne. Esta, al menos, es la intención del Ayuntamiento de la isla.

El concejal de Cultura del Consistorio, Felip Portas, ha reconocido que a la hora de buscar ubicaciones para dicha ancla, la Mola fue uno de los primeros lugares en los que pensaron. «Creemos que es el sitio más idóneo», señala Portas. En la decisión, además, ha podido pesar el hecho de que el ancla fue rescatada del mar prácticamente en la vertical que marca el faro con el mar y a muy poca distancia del mismo.

Para hallar el mejor modo de situar el ancla en el entorno del faro de la Mola, desde el Ayuntamiento se está estudiando la posibilidad de «convocar un concurso de ideas para ver de qué manera se coloca, ya que -señala Portas- no se trata de dejarla apoyada en un muro, en el suelo o cualquier otra simpleza, puesto que hay que llevar a cabo una pequeña obra civil para su instalación definitiva». En consecuencia, el Consistorio está revisando las bases de concursos similares para adecuarlas a este caso y en breve tiene previsto hacer público un pliegue de condiciones para quienes deseen optar al concurso.

Por otra parte, desde el Consistorio se está averiguando qué tipo de permisos ha de solicitar para instalar el ancla, al ser el faro propiedad y competencia de la Autoritat Portuària y habrá que ver hasta qué punto es factible su ubicación en dicho lugar.