La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogió ayer a un buen número de amigos y admiradores de la obra de Vicent Ferrer Guasch, que se dieron cita para asistir a la inauguración de una nueva exposición del maestro ibicenco de los blancos. La muestra, formada por 35 obras en las que el veterano pintor ha depurado su conocido estilo hasta dejarlo en lo esencial, permanecerá abierta al público hasta el próximo día 28.

La parte tradicional de la ciudad de Eivissa a través de sus casas, calles y rincones sigue siendo el campo de inspiración de Ferrer Guasch. Un motivo recurrente al cual el artista vuelve una y otra vez sin agotarlo. La razón de tal reiteración la explicó el pintor a este periódico. «Es una pasión para mí, un reto que no se acaba nunca». «Es como si la ciudad de Eivissa me dijera 'Sigue trabajando, porque te falta mucho tiempo y muchas telas para llegar a hacerme como soy'». Así, como el héroe mitológico Sísifo, Ferrer Guasch no tira la toalla y continúa buscando esa Eivissa de la que, asegura, que «siempre seré vencido por ella, por más que lo intente».