EFE-LOS ANGELES La fiebre generada por «Harry Potter y la piedra filosofal» campa a sus anchas en la taquilla estadounidense sólo amenazada por «El Señor de los Anillos», otro estreno de cine fantástico.

Ya bautizada como «Pottermanía», la efervescencia creada por el filme de la primera novela infantil de J.K.Rowling sigue dejando su huella en la historia del cine. Primero superó todos los récords de audiencia en su primer fin de semana en las pantallas, consiguiendo 90'3 millones de dólares, y luego sobrepasó la marca de los cien millones de dólares en cinco días, un logro sólo conseguido antes por «La Guerra de las Galaxias, episodio I: La amenaza fantasma». Los expertos en el mercado de Hollywood esperan que la película infantil centrada en las aventuras de un mago de 11 años consiga los 200 millones de dólares en menos de 13 días, con pocas dudas de que este mismo fin de semana pueda recuperar los 165 millones de dólares que costó la producción.

Esta rapidez en los logros puede ser su mejor defensa contra la proximidad de otro futuro estreno, también fantástico, también anhelado entre los espectadores y también espectacular como el de «El Señor de los Anillos». En este caso se trata de la adaptación de la primera novela de la trilogía escrita por J.R.R. Tolkien. Se trata de un mundo fantástico menos dirigido a la infancia que el de «Harry Potter» pero más conocido por varias generaciones que han crecido con estas historias del bien y del mal en la Tierra Media.

En opinión de uno de sus protagonistas, Dominic Monaghan, la película puede responder a la «gran necesidad de escapismo y aventura» que existe en la sociedad actual tras los sucesos del pasado 11 de septiembre. «En el centro de la historia está la eterna batalla del bien contra el mal pero es más que eso. Es fantasía», afirma.