El ensayista y jesuita Miquel Batllori fue galardonado ayer con el Premio Nacional de las Letras, dotado con cinco millones de pesetas y con el que el Ministerio de Educación y Cultura reconoce la larga trayectoria de este erudito y humanista de prestigio internacional.

Batllori, nacido en Barcelona en 1909, suma este reconocimiento a otros muchos, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales de 1995 (compartido con el historiador portugués Joaquim Veríssimo) o el Nacional de Historia de 1988. Todos ellos en reconocimiento a una carrera a lo largo de la que ha publicado más de mil títulos e investigado diversos temas, especialmente el Humanismo, el Renacimiento, la independencia de la América española, la Segunda República o la trayectoria de los jesuitas.

Bilingüe «desde el seno materno», como ha reconocido en alguna ocasión al explicar que era hijo de cubana y de español, Batllori se define como un jesuita liberal, un ensayista, cuyas obras completas son tan extensas que ocupan diecinueve tomos. Batllori es licenciado en Filosofía y Letras, en Derecho y en Teología y es doctor en Historia. Desde 1928 pertenece a la Compañía de Jesús. Al proclamarse la República en 1932, y al ser disuelta la Compañía de Jesús, Batllori se trasladó a Avigliana, cerca de Turín. Ocho años después se ordenó sacerdote en Barcelona.

Académico de la Historia desde 1947 y miembro del Institut d'Estudis Catalans, de la Academia Pontiniana de Nápoles y de todas las Academias Nacionales de la Historia de Hispanoamérica, Batllori ha ejercido como profesor en distintos lugares, entre otros como catedrático en la Universidad Gregoriana.

Americanista e hispanista, cuya obra ha sido traducida al latín, castellano, italiano, inglés, alemán y portugués, su curiosidad intelectual le ha llevado a estudiar temas que van desde el medievalismo (Ramón Llull, Arnau de Vilanova) a la época contemporánea (Vidal i Barraquer). Además, es también un especialista en el Papa Alejandro VI y en la familia de los Borgia.