La alegría con la que los inmigrantes dejaron el encierro que protagonizaron entre mayo y junio del año pasado se ha convertido en decepción siete meses después. La Plataforma por la convivencia constató ayer, en una reunión en la iglesia de Santa Cruz, el descontento los inmigrantes con la política de bienestar social del Consell. En concreto, denunciaron la falta de tacto con la que se está llevando la problemática de los menores inmigrantes; la paralización del Foro de la Inmigración, que no se ha puesto en marcha todavía, o el hecho de que asociaciones de inmigrantes hayan pedido cita con la consellera Sofía Hernanz y que sólo hayan conseguido hablar con un técnico.

Otra queja que planteó la plataforma es la «persecución» de inmigrantes a los que policías de paisano piden la documentación en controles sorpresa en locutorios de Eivissa. Además, a varios extranjeros en proceso de expulsión por no tener papeles (una razón que ya no sirve para obligarlos a salir del país) no se les ha devuelto aún la documentación requisada.

El estancamiento del proceso de regularización de extranjeros no comunitarios es otra de las quejas que se pusieron ayer sobre la mesa. En este sentido acordaron trasladar sus quejas a la delegada del Gobierno. Un ejemplo de la discriminación que padece Eivissa frente a Palma en el proceso de regularización «es que se resuelven antes los expedientes de Mallorca que los de las Pitiüses», señaló Carmen Duarte, de CITE, que aclaró que en la actualidad todavía «se están resolviendo los expedientes de finales del año 2000» y que están «totalmente estancados los que se solicitaron en 2001».

Este hecho ha favorecido «la explotación de inmigrantes» y el rechazo en el plano laboral de quienes no tienen papeles. Con el fin de informarse y resolver los problemas con la Conselleria insular de Benestar Social tres miembros de la plataforma se reunirán con la responsable de este departamento.