El molino de en Simó se encuentra entre las calles Estrella y Sant Rafel de Sant Antoni. Fotos: KIKE TABERNER.

El Consell Insular presentó ayer una futura infraestructura cultural para Sant Antoni, la cual se ubicará en el molino de en Simó, situado entre las calles Estrella y Sant Rafel y que durante años fue explotado como bar cafetería. Pilar Costa, presidenta del Consell, y Fanny Tur, consellera de Cultura, recordaron ayer en el interior del local sobre el que se ubica la torre del antiguo molino como una vecina alertó sobre la posibilidad de que éste fuera demolido, por lo que se ordenó la paralización de las obras y varios técnicos del Consell constataron que el antiguo molino era uno de los últimos vestigios de los llamados molinos mallorquines que quedaban en la isla, por lo que se decidió protegerlo y, con posterioridad, comprarlo a sus propietarios.

El coste de aquella operación fue de unos 160.000 euros (treinta millones de pesetas) a los que habrá que sumar ahora los 186.000 euros que costará la rehabilitación de un espacio que ha tenido que ser limpiado a conciencia, puesto que se había convertido, con las consiguientes quejas de los vecinos, en un vertedero urbano en el corazón de Sant Antoni.

Según indicaron Costa y Tur, el arquitecto Víctor Beltrán ha sido el responsable de redactar el proyecto de reforma, que recuperará el color original de la fachada (descubierto en una cata) en la parte antigua de la vivienda y que utilizará el blanco y el verde (característico en las persianas de este barrio de Sant Antoni) para los añadidos más modernos. La antigua casa payesa se convertirá así en un espacio cultural que será gestionado directamente por el Consell Insular, aunque tanto la presidenta de la institución como la consellera de Cultura reconocieron no poder aventurar aún el contenido de la programación que ocupará dicho espacio. «Hay ideas, pero aún no hay nada concretado», señaló Costa.

Joan Marí Serra, líder de la oposición en el Ayuntamiento de Sant Antoni, también estuvo presente ayer en la presentación de este proyecto cultural y aprovechó para agradecer al Consell el que recupere este espacio «para el pueblo de Sant Antoni». «Con esta actuación, el Consell demuestra que no mira colores políticos a la hora de tomar decisiones», señaló.

Al referirse a los restos del molino (de cuyo tipo tan sólo restan en la Pitiüses el de en Gaspar, en Sant Antoni, y el molí de sa Sal, en Formentera), Fanny Tur señaló que el interior podrá visitarse y que al estudiar su rehabilitación se estudió la posibilidad de recrear el molino original, aunque finalmente se optó por restaurar los restos del mismo tal y como se encuentran hoy en día.

Un espacio en Sant Antoni en manos del Consell
El solar que ocupará el futuro centro cultural en el molino de en Simó es de unos trescientos metros cuadrados y en el mismo se ubicará un jardín que circundará el local propiamente dicho. Por otra parte, la superficie construida y en la que figurarán los espacios cultural y administrativo tendrá una superficie de ciento cincuenta metros cuadrados. Al referirse al futuro centro, que será gestionado directamente desde el Consell, Pilar Costa remarcó que se tratará de «una mejora importante para un pueblo eminentemente turístico». Para impedir que este espacio vuelva a convertirse en un vertedero mientras se espera a la adjudicación de las obras, dos operarios se encargaban de tapiar con bloques todas las ventanas y puertas que dan acceso al mismo. Con la inversión en el molino, el Consell pretende, según señaló Costa, «recuperar suelo urbano para que pueda ser disfrutado por los ciudadanos y que no se convierta en otro bloque de apartamentos».