Una exposición que recrea los dibujos ácidos y corrosivos del polifacético creador rumano Saul Steinberg, cuyo talento gráfico marcó la historia y la evolución del dibujo del siglo XX, se puede admirar desde ayer en la Sala de la Muralla del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).

«Saul Steinberg», comisariada por la catedrática de Historia del Arte Dore Ashton, es la primera muestra que se dedica en España a este artista, que destacó en varios ámbitos y que, tras vivir la mayor parte de su vida en Nueva York, falleció en esta ciudad en 1999. La exposición, que se prolongará hasta el 19 de marzo, permite al visitante contemplar un conjunto de 90 dibujos a papel realizados con lápiz, carboncillo, pinturas de colores y plumilla, que plasman un universo de rostros fantasmales, lugares comunes y figuras grotescas que invocan al destino y que desentrañan los misterios del arte y de la propia condición humana.

El director del IVAM, Kosme de Barañano, al que acompañaba ayer el artista italiano Valerio Adami, destacó la personalidad de Steinberg, al asegurar que «mejor que nadie supo plasmar la realidad del tiempo que le tocó vivir». Barañano resaltó que, a través de sus dibujos «no sólo ayudó a ver el mundo, sino también, desde la ironía, a transformarlo». Calificó de «conjunto de chispazos de lucidez y de fuera vital» los dibujos de Steinberg, de los que dijo que «son fundamentalmente pensamientos acerca de la forma de estar en el mundo del hombre y de su habilidad para comprender y hacer mejor un contexto vital».

Saul Steinberg nació en Sarat, Rumania, en 1914. Tras estudiar sociología y psicología en Bucarest en 1932, se doctoró finalmente en arquitectura en Milán, en 1940. Durante su época de estudiante comenzó a diseñar cómics para el periódico «Bertoldo» y otras publicaciones americanas. En 1941 se estableció en Nueva York, huyendo del fascismo italiano, teniendo la fortuna de poder dibujar, en poco tiempo, tiras cómicas para los periódicos «The New Yorker» y «PM». Al regresar a los EE UU en 1946, tras la Segunda Guerra Mundial, Steinberg recibió un merecido reconocimiento a su labor al ser incluido en la exposición «Fourteen Americans» del Museum of Modern Art de Nueva York.