En torno a la ciudad giró ayer el discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando del arquitecto Fernando de Terán, para quien nunca debemos dejar de reivindicar «su calidad estética, su condición de gran obra de arte colectiva» y para cuya construcción «es necesaria la imaginación creativa, a través de la colaboración de todos».

Al iniciar su discurso, titulado «Medio siglo de pensamiento sobre la ciudad», dedicó unas palabras a Rafael de La Hoz, a quien sucede en la Academia.
Como obra de arte colectiva y artefacto humano, complejo y problemático, en el que se entrelazan aspectos físicos y materiales con cuestiones políticas, económicas y sociales, definió De Terán la ciudad, a la que ha dedicado su trayectoria profesional con el objetivo de «procurar el aumento del caudal de pensamiento».

Para Fernando de Terán, «ya no estamos en la ciudad. Estamos o estaremos ante una no ciudad que invade el territorio, lo surca de infraestructuras, consume el paisaje natural y deteriora el medio ambiente, en una loca espiral de desarrollo no sostenible». En cuanto a la ciudad de principios del siglo XXI, De Terán consideró que «la difusión no ha supuesto, ni va a suponer, la desaparición de la ciudad tradicional, sino solo su inserción en una realidad urbano-territorial más amplia y heterogénea».

El académico consideró que «habrá que seguir en el eterno juego de razón e intuición, en que siempre se ha basado la creación arquitectónica». En su discurso de contestación, el académico Fernando Chueca Goitia señaló que el pronunciado Fernando de Terán «representa la historia más documentada del pensamiento urbanístico durante medio siglo», y a él habrá que recurrir «siempre que queramos conocer la historia y los avatares del urbanismo moderno».