De vuelta a la isla, tras una semana de ajetreo en Madrid, Cati Verdera se mostró ayer absolutamente satisfecha de su participación por séptimo año consecutivo en la feria internacional de arte contemporáneo (Arco). «Para mí ha sido, con diferencia, la mejor de las que he estado». A juicio de la responsable de la galería Van der Voort, tal éxito puede ser debido «a que hemos llevado unos artistas que la gente conoce bien de otros años, y a que tienes un público que repite y lleva gente nueva». «Es lo que creo, porque no hay una fórmula para que Arco funcione», añadió.

El criterio de los artistas que presentaba este año no ha sido otro que «el del gusto propio, los artistas con los que trabajo, que en conjunto da una cierta unidad a la galería, una onda estética, digamos», explicó Verdera. «Onda» en la que «no importa que sean obras muy diferente, tanto pintura, escultura como fotografía; aunque intento combinar a los artistas para que unas obras no se coman a las otras».

Para la directora de la única galería ibicenca presente en la feria madrileña, «Arco es muy interesante, aparte de la ventas, por la relación que mantienes a nivel profesional con otros galeristas; es una buena ocasión para buscar exposiciones para tus artistas en otros lugares; una oportunidad única para que los críticos y comisarios vean las obras que están realizando, así como para que los galeristas cerremos intercambios de exposiciones con tiempo suficiente». En concreto, apuntó la galerista ibicenca que «ya tenemos prácticamente cerrado 2002. Es que si la pides con tiempo suficiente, el artista te puede preparar una exposición para ti con un concepto ya muy claro».