Fachada principal de Can Comasema, en una imagen del pasado viernes.

La visita realizada el pasado viernes a Eivissa por parte de la arquitecta Celia Vinuesa, adscrita a la Subdirección General de Obras del Ministerio de Cultura, para comprobar el estado actual del edificio de Can Comasema, en un trámite que concluyó con la recepción de dichas obras por parte del Estado, comenzó a señalar el final de un largo túnel a través del cual el inmueble ha pasado por diversas fases. De hecho todo dio comienzo durante la donación de la obra de Narcís Puget Viñas y Narcís Puget Riquer por parte de este último al Estado.

Dicho trámite se realizó con una condición previa: que el depósito artístico fuera exhibido en el edificio conocido como Can Comasema, en el que Puget Viñas pasó su infancia. Esta situación obligó a los técnicos a plantearse como reconvertir en museo un edificio que en ningún momento fue planteado como tal, a lo que había que añadir la dificultad de su condición de inmueble histórico, su estructura y su ubicación en el casco de Dalt Vila. El escrito de donación, firmado por el propio Puget Riquer, figura con fecha 2 de abril de 1981.

Pero la historia de las reformas en Can Comasema se remonta a casi veinte años antes, cuando el Ayuntamiento de Eivissa solicitó que se levantaran planos del inmueble, tarea que finalizó en abril de 1963. Gracias a esos planos conocemos de un modo amplio el estado del edificio en aquellos tiempos, antes de las intervenciones que acometerán años después los arquitectos Antonio Alomar y Eduardo González Mercade, este último adscrito al Ministerio de Cultura.

Una de las primeras decisiones tomadas por Alomar fue la de intentar redefinir, conforme a un grabado del archiduque Lluís Salvador, la escalera situada en el patio interior y que lleva al primer piso debido a que su inclinación no era la adecuada. Pero la intervención principal acometida en aquellos primeros años de la década de los setenta tuvo como principal objetivo los forjados de algunas de las secciones del edificio. Así, en dos plantas de las tres existentes fueron rehechos, aunque sin sustituir los existentes, sino instalándolos sobre éstos.