David Murray abarca una amplia gana de sonidos.

Un grammy y varias nominaciones, Músico del año en 1993 por el diario Newsday, Personaje del Guinnes Jazz Fertival (Irlanda, 1994) o el premio Jazzpar de Dinamarca, son algunos de los galardones que ostenta David Murray, la estrella invitada a la primera noche de la Mostra de Jazz Injuve 2002. Con su Big Band de profesionales estadounidenses y cubanos pondrán energía y talento en el escenario del parque Reina Sofía, donde a las 22 horas se levantará el telón del festival que organiza el Instituto de la Juventud (Injuve) con la colaboración del Ayuntamiento de Eivissa, el Consell Insular y el Govern balear.

La velada comenzará con la actuación del Arteca Swing + Fussió, la participación ibicenca de la Mostra, que continuará hasta el sábado 27, cuando la prestigiosa cantante nortemaricana Dee Dee Bridgewater ponga el broche de oro a la quinta edición del encuentro en esta segunda etapa, ya sin concurso, en la que los aficionados podrán disfrutar con el mejor jazz joven que se hace ahora en España, más el grupo ganador del festival de Getxo 2001. El precio de la entrada por noche es de 6 euros, excepto la actuación del día 27 (9 euros), y como en años anteriores hay un abono para todo el festival al precio de 25 euros.

Nacido en Oakland, David Murray creció en Berkeley donde estudió con su madre, Catherine Murray (organista), Bobby Gradford, Arthur Brythe, Stanley Crouch y muchos otros, antes que se trasladará a Nueva York en 1975. En la Gran Manzana entró en contacto con gentes y músicas procedentes de todo el mundo y dentro de la Energy Band de Ted Daniel compartió escenario junto a Hamiett Bluiett, Lester Bowie y Frank Lowe.

En 1976, después de una gira por Europa, Murray formó el primero de sus grupos míticos, el World Saxophone Quarter, junto a Oliver Kale, Hamiet Bluiett y Julius Hemphil. Este grupo marca el comienzo de un época intensamente creativa, con un sinfín de variaciones en la formación. Desde esa época su principal preocupación son sus propias formaciones; sin embargo frecuenta el trabajo con otros músicos abarcando una amplia gama de sonidos, desde contemporáneos a ritmos caribeños y músicas de Àfrica del Sur. Su figura ha sido objeto de dos documentales, «Speaking in tongues» ( 1982) y «Jazzman», nominado en el Festival de Cine de Baltimore de 1999.

De la música de David Murray, el «Diccionario del jazz» (1995) afirma que «es resultado del movimiento post-free, combinando las innovaciones del free en los 70 y el jazz de Nueva Orleans. Se caracteriza por su exaltación de los efectos, lo que produce una discordancia y sonidos excepcionales. Dibuja de manera explícita las tradiciones africanas, y simboliza un regreso al sonido más crudo».