El edificio Royalty, en el cruce de Sant Jaume. Foto: MERCEDES FERRER

A finales del siglo XVIII «los ilustrados diseñaron el que posteriormente había de ser el pueblo de Santa Eulària». Así comienza el inventario realizado por el historiador Antoni Ferrer Abárzuza por encargo de la Conselleria de Cultura. El mismo señala que en el casco urbano del municipio existen 45 edificios de interés histórico, algunos de los cuales podrían ser susceptibles de la protección que concede ser declarados Bien Catalogado (BC) por la Comisión de Patrimonio del Consell, como es el caso del Teatre España, en la calle de Sant Jaume.

El inventario excluye de la relación al grupo de casas situadas en el Puig de Missa más próximas al templo, excepto las consideradas de más valor patrimonial, ya que están afectadas por la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la iglesia parroquial de Santa Eulària, y por tanto son objeto de seguimiento siempre que se realice algún tipo de intervención en ellas. Según apunta Ferrer Abárzuza en el inventario, su finalidad «es únicamente aportar una mínima información que permita la identificación de estos inmuebles, con el fin de abrir los procedimientos de protección, o únicamente su estudio, según proceda». De todos los edificios seleccionados se ha elaborado una ficha con los datos mínimos de ubicación y una sucinta descripción acompañada de una o más fotografías o dibujos y de un plano catastral de situación para conocer su planta.

Los «ilustrados» a los que hace referencia el autor del informe (aunque no se cita ningún nombre), trazaron el tejido urbano siguiendo una planta regular que a partir de la calle de Sant Jaume y del paseo de s'Alamera, «continuaban todas las otras calles paralelas a un lado o al otro de los ejes principales». El inventario apunta que, «juntamente con Sant Antoni, fueron los dos lugares de la isla en los que el deseo ilustrado de unir la población dispersa en agrupaciones urbanas tuvieron un mejor desarrollo». La llegada del turismo, con la entrada de nuevos materiales y nuevas tipologías constructivas, provocaron la destrucción de «muy buenos ejemplos de la arquitectura urbana, sobre todo de los años 20 y 30 del siglo XX, y también del siglo XIX».

Un caso paradigmático fue el derribo en los años 60 de la residencia estival de la familia Montero, en la calle Sant Jaume, «valorada como la mejor construcción de la villa; en cambio, aún se está a tiempo de salvar el Teatre España, «es cine», bello ejemplo de arquitectura de los años 20», apunta el inventario. Según el historiador (natural de Santa Eulària él mismo) «quedan todavía en pie bastantes ejemplos de este tipo de arquitectura, aunque no todos ellos son dignos de ser preservados para el futuro, pero sí han de ser exhaustivamente documentados para eventuales obras de reforma o derribo».

La mayoría de los inmuebles del inventario se encuentran ubicados en la calle Sant Jaume y en el paseo de s'Alamera. Tal es el caso de Sa Cova, Can Críspul, Cas Capellà Marge, Royalty, Can Cosmi, Can Pep de sa Jaia, Can Guillermo, Ca na Ribes, Teatre España, Ca n'Aubarca, Ca na Margarita Anckermann, Sindicat Agrícola, Can Ros, Cas Capellà Armat o Can Joanet Jordi. Entre los edificios de otros puntos del municipio, destacan La Villa y Can Fluixà, en la calle del Sol; Can Correu, en Teniente Coronel Costa Ribas; Can Gabrielet, en la calle Pintor Gabrielet, o el Museu Barrau, en la plaza de Lepant.