Dalt Vila continua su lento y complejo proyecto de restauración. FOTO: V. Fenollosa

El equipo del plan redactor de las murallas de Eivissa ha dado por terminadas las obras de consolidación del parapeto de la misma en el tramo del baluarte de Santa Llúcia. El descubrimiento el pasado mes de marzo mientras se realizaban los trabajos de 14 troneras de la época de construcción de la muralla por Calvi (siglo XVI), retrasó la conclusión de la rehabilitación de la zona. Además, el presupuesto inicial de 73.323,48 euros, financiados entre la Conselleria d'Obres Públiques del Govern y el Ayuntamiento de Eivissa, se incrementó en 10.556 euros.

El último paso dado en este proyecto de restauración ha sido «ensuciar» el material con el que se ha reforzado esta sección del parapeto de la muralla en el baluarte de Santa Llúcia. De esta manera se ha querido evitar que la zona llame especialmente la atención por tener un color distinto al de su entorno. Por otra parte, aunque próximo en la zona, también se han dado por finalizadas las obras de pavimentación de la ronda Fratín, presupuestadas en 19.975 euros y realizadas gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Eivissa y el INEM. Esta ronda comenzó a pavimentarse en 1995 por parte de la Escola Taller, la misma que se ha hecho cargo, bajo la supervisión de los servicios técnicos municipales, de esta nueva fase.

Ante dicho hallazgo, la solución que propuso el equipo redactor de las murallas ha sido la de combinar los dos momentos funcionales del baluarte. Por la parte exterior, se han dejado marcadas estructuralmente las 14 troneras que había en el momento de la construcción de la muralla, y por el lado interior se ha reparado la cobertura del parapeto que se hizo entre los siglos XVII y XVIII. El objetivo de estos trabajos ha sido lograr que queden claramente diferenciadas las troneras que han permanecido abierta hasta la actualidad de las que se encontraron durante las obras, quedando la parte interna cegada por el parapeto.